En mercadotecnia existe la teoría que los emprendedores o empresarios del país, si quieren lanzar al mercado un producto nuevo, lo hacen en Puebla para conocer si será aceptado o no por los consumidores, pues el mercado poblano es muy exigente.
Locales de diferentes giros que se abrieron a finales de los 70 o principios de los 80 tuvieron magia, suerte o simplemente lograron entender al público poblano, porque permanecieron por años y fueron de los más concurridos.
Para muestra te presentamos un recuento de algunos giros comerciales que fueron sitios obligados por las familias poblanas para adquirir sus productos o servicios.
Rodoreda
Esta tienda, que permaneció de 1933 a 1999, fue un gran negocio que estuvo en la calle peatonal 5 de Mayo número 6 y una sucursal en Plaza Dorada.
Fue montada por el empresario José Manuel Rodoreda Artasanchez y sirvió como un gran almacén donde las familias podían adquirir ropa y zapatos de todo tipo, desde para bebés hasta personas de la tercera edad.
En ese entonces, con la visión de los propietarios, tenían un departamento para productos del hogar, como muebles, lámparas, accesorios, artículos de cocina y toda mercancía de marcas nacionales y extranjeras que no tan fácil se podían conseguir en Puebla.
Es probable que para los lectores de ahora este tipo de tiendas no tengan gran significado, pero para la época no había en Puebla centros comerciales con tiendas anclas como lo hay ahora, como Liverpool o Palacio de Hierro, pues estas firmas solo estaban en la Ciudad de México.
Disco Patín
Otro sitio favorito de las familias poblanas en la década de los 80, principalmente niños y jóvenes, fue Disco Patín, un lugar donde la música, las luces y los patines de dos ruedas adelante y dos atrás eran la mejor combinación.
Para muchos les trae muy buenos recuerdos este negocio que estuvo instalado frente a Walmart de Prolongación Reforma, claro que en ese tiempo aún no existía ese supermercado, solo era un predio vacío.
La música de los 80 no dejaba de sonar en esta disco, donde la escenografía era decorada con una bola de pequeños espejos que permitía que se reflejaran las luces neón y rebotarla a las paredes.
En la página Puebla Antigua, los usuarios recordaron que Víctor López era el nombre del instructor que te auxiliaba si era la primera vez que patinabas, aunque poco podía hacer para evitar que uno terminará con los brazos, piernas y espalda adoloridos después de soportar varías caídas.
“Recuerdo los fines de semana completos patinando con muchos amigos”, “saliendo de la prepa íbamos ahí, un primo se fracturó la pierna y llegando a su casa le dijimos a mi tía que se había caído de las escaleras del Carolino”, “era un gran momento los domingos. Llevamos a mis sobrinas a patinar, mi abuelito y yo”, fueron parte de los comentarios publicados.
Charlie’s China Poblana
En la Avenida Juárez de la ciudad de Puebla también era una tradición que los jóvenes y amigos se reunieran en el icónico restaurante Charlie´s China Poblana, que se inauguró en 1977 y tuvo un gran auge en la década de los 80.
Fue un proyecto que se montó con la sociedad que formaron los empresarios Javier Torreblanca Hinojosa y Emilio Maurer, el servicio y estatus que para muchos les atraía, lo convirtió en un sitio donde todo mundo quería estar, hasta visitantes nacionales y extranjeros.
El trato, de acuerdo con la descripción de quienes fueron clientes, era personalizado, pero amigable, por los camareros, quienes siempre hacían sentir especial a cada uno de los visitantes.
Familias de la sociedad poblana gustaban de estar en este sitio, donde incluso los fotógrafos de las páginas sociales de los periódicos de entonces no perdían oportunidad para tomarles la placa.
La fama de este restaurante provocó que en 1989 se inaugurara el “Camote-Bar”, del Charlie´s China Poblana, para ofrecer un servicio más de íntimo que se consigue en un bar y organizarse para bailar y seguir la fiesta.
Cine Coliseo
En la Puebla de los 80 no había grandes cadenas de salas de cine como ahora, pero sí había pantallas para la diversión de los poblanos.
Uno de los cines emblemáticos de la ciudad lo fue el Cine Coliseo, donde hoy se encuentra la tienda Modatelas de la calle 2 Poniente y 3 Norte, y eso te puede dar una idea de las dimensiones que tenía este edificio.
Fue el cine más famoso de la ciudad de Puebla y se inauguró en 1939, tenía la pantalla más grande del país y era sitio obligado para las familias en las matinés del domingo, después de asistir a misa.
La entrada de nuevas cadenas de cine y la exigencia del mercado poblano hizo que este negocio cerrará sus puertas, pero los dueños le dieron otro giro y se mantiene activo con la venta de telas para crear vestidos, colchas, cortinas y otras prendas.
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