Dentro de las definiciones de qué es una ciudad, se encuentra que es un territorio en el cual se asienta una población; es también un conjunto de construcciones y espacios públicos, junto con sus vías de comunicación e infraestructura.
En ese sentido, el trazo de la ciudad de Puebla se distingue por encima de muchas otras ciudades, a tal grado que para los urbanistas, la Angelópolis es un ejemplo de lo que debe ser diseñada una ciudad.
Lo que también causa sorpresa es que la ciudad se trazó de manera muy adelantada a su tiempo, ya que se fundó en 1531, convirtiéndose en una ciudad moderna, en un ejemplo de modelo no solo para la Nueva España, sino para toda América.
Archivos de Antonio Pedro Molero Sañudo, en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), señalan que el 25 de agosto de 1533 se inició la construcción de los portales de la plaza y, entre 1534 y 1536, se edificarían las casas del Cabildo y que se hicieran los pilares iguales que los de la Ciudad de México.
Respecto al trazo de las calles, se contempló que fueran rectas tiradas a cordel de catorce varas y media de ancho, es decir, 12 metros con 10 centímetros, tanto con orientación norte-sur como este-oeste.
De esta manera se daba forma a una cuadrícula regular de manzanas rectangulares de 200 varas de largo de oriente a poniente por 100 varas de ancho de norte a sur, lo que equivale a 167 metros de largo por 83.50 metros de ancho.
Cada una de estas manzanas comprendía ocho solares cuadrados de 41 metros con 75 centímetros que correspondían a otras tantas casas.
Con este diseño resultó una novedad en suelo americano, ya que este modelo no fue usado sistemáticamente por los colonos españoles hasta el gobierno del virrey Antonio de Mendoza, en el que se fijaría el cordel de 50 varas para las mediciones de tierras.
Además, los diseñadores también buscaron todos los factores favorables y aspectos conocidos del urbanismo europeo, como una orientación adecuada de las calles para evitar los vientos del norte, así como el aprovechamiento de la pendiente natural que ofrecía el terreno para conseguir el desagüe hacia el río de San Francisco, tanto de las aguas pluviales como de las residuales.
Sin embargo, resulta curioso que este tipo de traza no era exclusivo de Europa, pues resulta muy interesante por aparecer también en ciudades importantes prehispánicas de los alrededores como Tlaxcala o Cholula, y que algunos autores han relacionado esa desviación de 16 grados al norte con el culto al sol.
Para mayor precisión, en el artículo “Puebla y la estructura urbana”, publicado por la revista Catarina de la Universidad de las Américas (UDLAP), se señala que las calles del Centro Histórico de Puebla miden 13.20 metros.
La plaza mayor se localiza en el centro, de la esquina norponiente parten los ejes cartesianos que forman las dos avenidas principales dividiendo a la ciudad en 4 sectores.
Alrededor de la plaza se levantan los principales edificios religiosos y de gobierno, como lo son el Palacio Municipal y la Catedral de Puebla, y en tres de los lados que circulan a la plaza mayor se construyeron arcadas que todos conocemos como portales.