Este 27 de septiembre de 2023, el famoso monumento conocido como el reloj de El Gallito, que se ubica en la esquina de la Avenida Reforma y la 11 Norte-Sur, en el primer cuadro de la ciudad, cumple 102 años.

Se trata de una torre de cantera que tiene un peso de casi 8 toneladas, desde la base a la punta, el cual luce en lo más alto un reloj en cada una de las cuatro caras de la columna.

De acuerdo con relatos del extinto cronista Pedro Palou, la relojería y joyería La Esmeralda, ubicada en la Ciudad de México, fue la encargada de distribuir más de 2 mil relojes que fueron comprados por el gobierno de Porfirio Díaz entre 1897 y 1911 con motivo del centenario de la Independencia de México.


Para los poblanos el reloj de El Gallito es muy significativo porque ha sido punto de reunión por años | Agencia Es Imagen para El Universal Puebla
Para los poblanos el reloj de El Gallito es muy significativo porque ha sido punto de reunión por años | Agencia Es Imagen para El Universal Puebla


Esta misma relojería fue la encargada de la maquinaria para las cuatro caras del reloj, ya que cada una marca para cada uno de los cuatro puntos cardinales.

En la cima del monumento posa la figura de un gallo, de ahí el nombre del reloj de “El Gallito”, monumento que fue obsequio de la colonia francesa para conmemorar el centenario de la consumación de la Independencia mexicana.

En la placa de mármol que está sobre la columna que sostiene este reloj se puede leer: “A la ciudad de Puebla. La colonia francesa residente en la misma en conmemoración del centenario de la consumación de la Independencia mexicana. 27 de septiembre de 1921”.

El Gallito es una escultura de bronce en color verde, el diseño y construcción del reloj fue encargado a Carlos Mastretta Magnani, emigrante italiano y patriarca de la familia poblana a la cual pertenece la escritora Ángeles Mastretta.

El diseño del reloj se basa en un gallo que señala los puntos cardinales, de manera que la cara del gallo apunta hacia el norte.

Pocos saben que la figura del gallo representa a los franceses, pues fue la imagen que acompañaría al rey francés en monedas, grabados y todo tipo de representaciones que tuvieran que ver con la corona o la identidad francesa.

El gallo figura desde la antigüedad y se convierte en símbolo de la Galia y los galos, como consecuencia de un juego de palabras, ya que el término latino “gallus” significa al mismo tiempo gallo y galo.

Este monumento siempre permaneció en la base del Paseo Bravo, pero este no era tan amplio como hoy se conoce, así que en 1974, cuando se amplió la calle 11 Norte-Sur, movieron el reloj unos 11 metros y ahí lo fijaron, que es el lugar que ocupa actualmente.

Se dice que en el sismo del 15 de junio de 1999, la figura del gallo se cayó y el hombre que tenía su puesto de periódicos en la esquina lo levantó y lo resguardó. Una vez que pasó la contingencia, lo entregó al Ayuntamiento de Puebla y el gobierno municipal se hizo cargo de su restauración, porque el pico y una pata se habían roto, posteriormente se volvió a colocar.



Este monumento es de estilo arquitectónico francés de inicios del siglo XX y su estructura es de estilo art nouveau.

Para los poblanos el reloj de El Gallito es muy significativo porque desde generaciones, al igual que la fuente de San Miguel en el zócalo, ha sido punto de reunión para los enamorados o los amigos que se citaban para ir al café o al cine.

Hoy sigue siendo punto de referencia para las “nenis”, las mujeres que se dedican a la venta de distintos artículos, también para encuentro de amigos por conocerse, para grupos de excursionistas y para quienes hacen recorridos históricos en el Paseo Bravo.

También ha sido punto de referencia para iniciar manifestaciones en dirección al zócalo de Puebla, protestas de estudiantes, comerciantes, vendedores ambulantes, incluso para celebraciones de partidos políticos.

Entre las anécdotas que relatan los poblanos es que a finales de los años 70 hubo un álbum de estampas con personajes de Walt Disney, cuyo objetivo era mostrar lugares famosos en el mundo, como si el personaje se hubiera tomado una foto ahí.

Para los poblanos fue un orgullo ver una estampa donde el pato Donald posaba en el reloj del Gallito; mientras otros dibujos animados posaban en el coliseo romano o en otros monumentos mundiales.

Si nunca tuviste una cita en el reloj de El Gallito, habrás fallado como poblano.

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