En las enigmáticas calles del Centro Histórico de la ciudad de Puebla hay una placa en memoria del poeta Gutierre de Cetina, quien fue herido de muerte en 1554.

Pero ¿quién es este poeta español? y ¿por qué hay una placa conmemorativa en su nombre? Aquí te contamos su historia.

De acuerdo con el Instituto Cervantes, una organización pública creada en 1991 con el objetivo de difundir la cultura y lengua española, Gutierre de Cetina fue un poeta español del Renacimiento y del Siglo de Oro español. Nacido en Sevilla en 1520.

Gutierre vivió un largo tiempo en Valencia, en donde fue soldado a las órdenes de Carlos I participando, en 1541, en la Jornada de Argel. Durante su estancia en Italia entró en contacto con la lírica petrarquista que tanto habría de influir en él.

A pesar de ser militar, tuvo tiempo de escribir y dedicar poemas a muchas personalidades, entre las cuales se destaca Antonio de Leyva (príncipe de Ascoli y destacado militar) y el poeta diplomático Diego Hurtado de Mendoza, una figura literaria importante en su época.

Durante este tiempo compuso un cancionero petrarquista a una hermosa mujer llamada Laura Gonzaga a quien le dedicó el famoso madrigal (un poema breve, de siete versos y de once sílabas) que ha pasado a todas las antologías de la poesía en castellano:

“Ojos claros, serenos,

si de un dulce mirar sois alabados,

¿por qué si me miráis, miráis airados?

Si cuanto más piadosos,

más bellos parecéis a aquel que os mira,

no me miréis con ira,

porque no parezcáis menos hermosos.

¡Ay, tormentos rabiosos!

Ojos claros, serenos,

ya que así me miráis, miradme al menos.” 

Su servicio al rey incluyó numerosos viajes a Europa, al norte de África e incluso al Nuevo Mundo.  En 1546 se trasladó a Nueva España, lugar donde su tío Gonzalo López, era contador general.

Una vez estando en México, se fue a radicar a Puebla de los Ángeles, donde se enamoró de Leonor de Osma y bajo su ventana fue herido de muerte en 1554 por un rival celoso.

La leyenda de la muerte de Gutierre de Cetina

Los historiadores relatan que mientras Gutierre de Cetina se encontraba en compañía de unos amigos, decidió ir a darle la serenata a Leonor de Osma, quien era una mujer casada, cuando se encontró con Hernando Navas, quien también llegó al lugar a enamorar a la joven casada.

Cuenta la leyenda que Hernando Nava era hijo de Catalina Vélez Rascón de Guevara y Bartolomé Hernández de Nava, conquistador español y regidor de Puebla, por lo que después de haber herido a Gutierre de Cetina, se escondió en un convento y huyó vestido de fraile.

No obstante, pasado un tiempo, a Hernando lo apresaron y lo condenaron a pena de muerte. Sin embargo, dadas las influencias de su familia, fue indultado, no sin antes cortarle la mano con que sostuvo el cuchillo que acabó con la vida de Gutierre de Cetina.

Existe poca información histórica en torno a este poeta, si bien la Real Academia de la Historia guarda documentos del Archivo General de Indias donde aparece registrado un proceso criminal contra Hernando de Nava, que se siguió en “la Ciudad de los Ángeles y terminó en la Audiencia de México en 1554”.

El hecho de que en Puebla estuviera un poeta de esta magnitud justificó que la fecha, el lugar y circunstancias del fallecimiento fueran recordadas.

Se dice que en México no escribió mucho, existen apenas unos cuantos versos dictados por una inspiración heroica: soneto a Cartago. Pero su poesía es casi exclusivamente romántica.

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