La Constancia Mexicana no solo tiene un lugar especial en el desarrollo de Puebla por ser la primera fábrica textil, sino que también fue un ejemplo de la mecanización en Latinoamérica.
Fundada por Esteban de Antuñano en 1835, se localiza en la colonia Luz Obrera de la ciudad de Puebla, y su historia está ligada a leyendas que trascienden hasta la actualidad, pues la fábrica ahora está convertida en un centro cultural y museístico.
De acuerdo con un viejo relato, un velador de La Constancia llamado Ciriaco decidió matar a un coyote, que con su presencia inquietaba a los trabajadores, disparándole con una bala de plata.
El cadáver del animal, con la ayuda de algunos vecinos, quedó expuesto.
Durante el día siguiente, las autoridades buscaron a Ciriaco y los acusaron de haber matado a un hombre y no a un coyote.
En el sitio donde habían dejado el cuerpo del animal, solo apareció una zalea con un orificio en el costado.
Ciriaco no fue aprehendido y las personas afirmaron que el coyote seguía atemorizando a los trabajadores de La Constancia.
Sofía, la niña fantasma que se ahogó en un río
Otra leyenda advierte que cada 6 de enero, Sofía, una niña que falleció ahogada en el río que rodea La Constancia, se aparece en busca de jugar con otros infantes.
Sofía desapareció un Día de Reyes y los pobladores tardaron una semana en localizar su cuerpo sin vida.
Ambas leyendas relacionadas con La Constancia Mexicana, le otorgan un toque de misterio que prevalece hasta la fecha y del que dan cuenta quienes residen en las inmediaciones de la antigua fábrica textil.