En Puebla no tenemos un mar y mucho menos ocurren tragedias como la del submarino Titán, pero existe un lago, el de Valsequillo, donde han sucedido varios accidentes con saldos lamentables.
La laguna se formó a partir de la presa que lleva su nombre. Durante varios años incomunicó a las personas, pero desde hace cinco décadas funciona una panga que une a la capital de Puebla con Tzicatlacoyan, Huehuetlán el Grande, San Juan Atzompa, Xochiltepec, San Martín Totoltepec y Teopantlán.
El accidente más grave ocurrió en los últimos días de agosto de 1992, cuando se hundió una combi con pasajeros, dejando un saldo de 11 personas fallecidas y cuatro sobrevivientes.
De acuerdo con publicaciones de la época, la unidad de transporte público salió de la zona centro de Puebla a las 19:00 horas con rumbo a San Baltazar Tetela y un acto de negligencia originó el accidente.
El testimonio de la persona a cargo de operar la panga indicó que el conductor se negó a que los pasajeros bajaran de la combi y que con el peso y el movimiento fallaron los frenos.
El accidente es uno de los que más recuerdan rescatistas acuáticos de la época, pues ocurrió de noche y las maniobras se complicaron más por la presencia de lirio y porque tuvieron que descender a unos 30 metros de profundidad.
Actualmente, la panga sigue operando, cobra 30 pesos por traslado y se ha reforzado con equipo de seguridad como chalecos, barreras protectoras, un máximo de 14 vehículos y cables tensores hacia los dos puertos para asegurarla.
El lago de Valsequillo ha sido testigo de muchos otros accidentes fatales, como el hundimiento de una lancha en marzo de 1972, donde murieron cuatro personas.
Un hecho más reciente ocurrió en agosto de 2020 cuando un vehículo Pointer volcó en el cuerpo de agua, un adulto mayor se ahogó, el conductor huyó y salvaron la vida una mujer, una niña y otro hombre.
Desde la década de los setenta a la fecha, otras personas han perdido la vida en Valsequillo en otras circunstancias: por rescatar una caña, tomar una fotografía e incluso al acercarse a la espuma tóxica que ahí se ha formado.