Epifanio y Juan Carlos comparten la historia criminal.

Ambos sujetos llevaban una vida común dentro de la sociedad poblana.

El primero, de 32 años de edad, era cargador en la Central Abasto mientras que el segundo, de 28, trabajaba como despachador en una gasolinera.

Aunque Epifanio era adicto a los enervantes y Juan Carlos no, los elementos de la Policía Municipal los detuvieron con una diferencia de casi tres meses.

Ambos llevaban entre sus pertenencias cabezas humanas de víctimas que previamente habían asesinado a sangre fría.

Como lo informó, el lunes 23 de agosto Epifanio caminaba con una mochila en mano por la Nave E de la Central de Abasto de Puebla.

En ese momento, la abrió para sacar una cabeza humana y acomodarla, lo cual captó una de las cámaras de videovigilancia del inmueble.

Los comerciantes se reunieron para asegurarlo y darle una golpiza antes de hablar al 911, lo cual movilizó a Policías Municipales, quienes lo pusieron a disposición del agente del Ministerio Público.

Tras realizar las diligencias del levantamiento de la cabeza humana, las autoridades ministeriales abrieron una carpeta de investigación.

Ese mismo día por la noche localizaron el cuerpo de la víctima, identificado como Alejandro, dentro de un predio en obra negra de la Privada Pirul de la colonia San José Los Cerritos, en San Pablo Xochimehuacán de la capital de Puebla.

Como tenía una grave falla en el pulmón izquierdo a consecuencia del consumo de drogas, Epifanio estuvo internado hasta el 28 de agosto, en el Hospital de Traumatología y Ortopedia de la  Secretaría de Salud Estatal.

En cuanto fue dado de alta por los médicos, las autoridades ministeriales lo pusieron a disposición de un Juez de Control, quien lo vinculó a proceso por el delito de ocultamiento de cadáver.

Los degolladores Epifanio y Juan comparten historia criminal
Los degolladores Epifanio y Juan comparten historia criminal

Epifanio, descuartizador de la Central de Abastos

Además, la autoridad judicial le ordenó cárcel en el penal de San Miguel y le otorgó a su defensa legal un plazo de dos meses para que reúna las pruebas necesarias a su favor antes de que le dicte sentencia condenatoria.

Mientras que el pasado 12 de noviembre los elementos de la Policía Municipal realizaban un recorrido de vigilancia sobre el Bulevar Forjadores, en la junta auxiliar La Libertad de la capital de Puebla.

Al llegar a la altura del Puente de México, vieron que Juan Carlos descendió de un vehículo con una bolsa negra en sus manos.

Los degolladores Epifanio y Juan comparten historia criminal
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Juan, el "matasuegros" de Puebla

Como se percataron que la iba a abandonar, los uniformados se acercaron para cuestionarlo.

El joven intentó escapar, pero le dieron alcance y le pidieron que abriera la bolsa.

Al interior descubrieron que había dos cabezas humanas, por lo que los uniformados lo aseguraron y lo trasladaron ante el agente del Ministerio Público, donde confesó que eran de sus suegros.

El joven argumentó que él y su esposa asesinaron a sus suegros porque lo habían corrido de su casa. Su esposa está prófuga hasta el momento.

Juan Carlos señaló que el crimen lo cometieron en el domicilio número 23 del Bulevar San Felipe, en la colonia Villa Posadas.

Las autoridades ministeriales se trasladaron el sábado 13 de noviembre y localizaron los cuerpos de las víctimas, quienes eran pensionados.

Aunque el hombre ya se encuentra a su disposición, el Juez de Control no le ha imputado los delitos correspondientes para iniciar su proceso legal.

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