Cuando hablamos de los barrios fundacionales de Puebla, primero tenemos que mencionar cómo surgieron y cuáles fueron sus principales funciones.

Pero antes, ¿Qué es un barrio?

De acuerdo con la Real Academia Española (RAE) un barrio se define de la siguiente manera: “Cada una de las partes en que se dividen los pueblos, y ciudades o sus distritos.”

Un barrio es la subdivisión de una ciudad o pueblo, que posee su propia identidad y cuyos habitantes forman una comunidad. En muchos países, el término de barrio se llega a asociar con personas que carecen de recursos y con viviendas precarias.

Analco, uno de los primeros barrios de Puebla

Cada barrio tiene una historia, como bien sabemos la ciudad de Puebla se fundó el 16 de abril de 1531, con la denominación de Puebla de los Ángeles, desde ese momento los primeros barrios emergieron como consecuencia de la necesidad de la mano de obra para comenzar a construir la urbe de los españoles.

Dentro de los primeros barrios de Puebla, nos encontramos a los barrios de El Alto y Analco, que fueron producto de la decisión administrativa de la organización religiosa, política y social de aquella época.

Dicho ordenamiento señaló que el poblado indígena quedaran fuera de la traza española y que se asentaran del otro lado de Río Almoloya, conocido posteriormente como San Francisco. A ese barrio se le llamó Analco, que quiere decir: “Al otro lado del río”.

Las investigaciones señalan que en ese tiempo llegaron a asentarse más indígenas provenientes de Cholula, Tlaxcala y la Mixteca quienes, siguiendo  sus tradiciones prehispánicas, construyeron en 1560 una ermita dedicada a las Ánimas, que fue demolida en 1618 para la construcción capilla dedicada al Santo Ángel de la Guarda. 

Con el paso del tiempo el barrio indígena se fue rediseñando con la llegada de familias mestizas y españolas. En el año 1759 se instaló una fuente en el centro de la plazuela que fungió como abastecedora de agua potable para los habitantes; pero en 1925 dicha fuente fue retirada hasta 1928  que regresó al sitio original donde se encuentra actualmente.

Hoy, el Barrio de Analco sigue existiendo y aún posee sus calles empedradas y edificios coloniales. Cada domingo, se establece un tianguis en donde podrás encontrar artesanías y antigüedades, además de deliciosos antojitos mexicanos. No cabe duda que es de los más bonitos de todo Puebla.

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