Los barrios de una ciudad son como capítulos de su historia, cada uno con su propia esencia y encanto. Y entre los barrios más emblemáticos de Puebla, El Alto destaca como un tesoro lleno de historia y tradición.

Los primeros habitantes de este barrio fueron mixtecos y se asentaron en los llamados Altos del Convento de San Francisco, por lo que el barrio recibió el nombre de El Alto.

Este barrio es muy importante para Puebla, y si no nos crees, aquí te dejamos cuatro razones que lo hacen mágico:

Aquí se celebró la primera misa de la fundación de Puebla

De acuerdo con datos publicados en el libro “4 Épocas, 85 lugares para conocer Puebla”, editado por el Ayuntamiento de Puebla en 2016, El Barrio de El Alto es testigo de los primeros pasos de la ciudad de Puebla.

Aquí, en un punto conocido como Huitzilapan, se celebró la primera misa de la fundación de la ciudad el 16 de abril de 1531.

Sin embargo, las lluvias ocasionaron que la creciente en el río de San Francisco destruyera las pocas casas que existían entre los barrios de El Alto y Analco.

Por esta razón, se tuvo que replantear la traza de la ciudad, precisamente al otro lado del río, lugar que actualmente conocemos como el Centro Histórico.



Es considerado como la cuna de las chalupas

A lo largo de los años, han surgido diversas leyendas que intentan explicar el origen de las chalupas. Una de ellas sugiere que estas delicias nacieron en el Barrio de El Alto.

Según esta leyenda, una joven que intentaba hacer sopes por primera vez, pero como no sabía hacerlos, puso unas tortillas a freír en manteca de cerdo, agregándoles tiras de carne, cebolla y salsa.

Impulsada por el éxito de su creación, comenzó a venderlas en un puesto ubicado en las orillas del río San Francisco, dando origen al icónico local “La Abuelita” fundado en 1920.


Cuenta con uno de los mercados más antiguos de Puebla

Inaugurado el 16 de septiembre de 1930, bajo el nombre de “José María Morelos y Pavón”, este inmueble inició como un tianguis donde se vendían principalmente frutas, verduras y carne, tiempo después, construyeron locales en este espacio.

De acuerdo con Hugo Leicht en su libro “Las calles de Puebla”, este mercado se edificó luego de que el Mercado de la Victoria no se diera el abasto, es por eso que las autoridades decidieron construir otro más cercano y que contara con los mismos servicios.

Actualmente, este mercado es diferente, ya que las personas que venden en este sitio se dedican a la comida típica del estado como cemitas, pozole, gorditas, quesadillas o moles.



El Alto es considerado como el “Garibaldi poblano”

El historiador y creador de Puebla Antigua, David Ramírez Huitrón, señala que los músicos que siempre permanecían en la plazuela de la 9 Poniente y 3 Sur poco a poco fueron moviéndose de calles en busca de clientes, hasta que llegaron a este mercado, cerca de la década de los 90.

Desde entonces, mariachis, tríos y grupos de música norteña permanecen desde temprana hora en el mercado El Alto, razón por la que este mercado es apodado como el “Garibaldi de Puebla”.

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