En Puebla, la ciudad no solo es conocida por su riqueza histórica y gastronómica, sino también por los relatos de terror que habitantes y visitantes comparten sobre experiencias paranormales o sucesos inexplicables. Residente y testigos han narrado historias de terror que han vivido en la ciudad de Puebla, desde mercados y cerros hasta calles y edificios emblemáticos.
Algunos pobladores mencionan que en la parte trasera del mercado Hidalgo existe un lugar conocido como “el mercado negro”, al que solo se puede acceder mediante conocidos. Otros relatan precaución en el mercado Unión, donde se concentra la delincuencia y, según algunos, “lo malo” del lugar.
Testimonios indican que personas han sufrido robos, amenazas y experiencias extrañas al visitar estos tianguis, especialmente en calles aledañas como la 16 Poniente y 3 Norte o en estacionamientos de Soriana y la zona de La Loma.
El cerro de Amalucan es otro de los lugares donde se reportan fenómenos paranormales. Habitantes cuentan que en la madrugada se observan personas con antorchas y capuchas realizando rituales, dejando veladoras negras y gallinas, vinculadas a prácticas de brujería.
Algunos mencionan la existencia de cuevas que supuestamente conectan con túneles debajo de la ciudad, además de cruces de cal y altares que refuerzan la sensación de misterio y terror en la zona. Incluso hay relatos sobre luces naranjas que se desplazan en la cima del cerro, atribuidas a presencias sobrenaturales.
Varios habitantes han compartido sucesos extraños en diferentes puntos de Puebla:
Otro fenómeno recurrente es la sensación de ser seguido por figuras o animales extraños durante la noche, como perros negros de gran tamaño que aparecen en calles solitarias del Centro Histórico y zonas aledañas.
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Debido a la combinación de delincuencia y fenómenos paranormales, expertos locales y usuarios de redes sociales recomiendan:
La ciudad de Puebla sigue siendo un punto de interés turístico y cultural, pero también un lugar lleno de leyendas urbanas y relatos que combinan miedo, misterio y curiosidad. Las historias de terror que han vivido residentes en Puebla forman parte de la riqueza intangible de la ciudad y alimentan la tradición oral de generación en generación.