El gobierno monárquico de Agustín de Iturbide, tras consumarse la Independencia en 1821, fue el primero en emitir un en la historia de México.

Después de los once años que duró la Guerra de Independencia, el Primer Imperio Mexicano encontró una economía en pésimas condiciones, de acuerdo con la "Historia de la moneda y del billete en México" del (Banxico).

La agricultura y la minería estaban en decadencia, y la naciente industria del país carecía de crecimiento y de inversionistas.

Una de las estrategias que implementó Iturbide fue la de conceder grandes facilidades a la producción minera, dio préstamos forzosos, y redujo impuestos y los sueldos de militares y civiles, lo que no le funcionó y le costó prestigio como emperador.

Ante un país que estaba acostumbrado a la moneda como medio de cambio, el 20 de diciembre de 1822 decidió emitir papel moneda en denominaciones de 1, 2 y 10 pesos.

Los billetes del imperio de Iturbide estaban impresos de una sola cara, en papel blanco de forma casi cuadrada, con la leyenda IMPERIO MEXICANO.

El IMPERIO MEXICANO promete pagar esta cantidad de un peso con arreglo al Decreto de 20 de Diciembre de 1822, sobre este asunto. México 1 de Enero de 1823. (Leyenda del Billete de Un Peso)

Estos billetes se convirtieron en la primera emisión oficial de México.

El público rechazó el uso de estos billetes por desconfianza, ya que las personas estaban acostumbradas a las monedas de plata, y porque la aceptación de los nuevos billetes fue obligatoria.

A la postre, el imperio de Iturbide colapsó y México se constituyó en República Federal en 1823.

Los billetes republicanos

Para corregir los errores del Imperio, el nuevo régimen terminó con los préstamos forzosos y el retiro de la circulación del billete imperial.

Como las condiciones del país eran difíciles, se decidió emitir nuevamente papel moneda para el financiamiento del estado.

Con el fin de intentar enfrentar el rechazo popular hacia este medio de pago, los nuevos billetes se imprimieron en el reverso de documentos religiosos que llevaban el sello del Papa.

El billete republicano tuvo la misma suerte que el billete imperial y pronto tuvo que ser retirado de la circulación.











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