La economía mexicana perdió dinamismo en 2022 al registrar un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) un 2.9 por ciento, menor que el 4.7 por ciento registrado en 2021, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

A 34 meses del colapso por la pandemia y a diferencia de la mayoría del resto de los países, la economía mexicana aún se mantiene en la lucha por lograr salir de los estragos económicos que generaron los confinamientos, de acuerdo con analistas de Monex.

Los expertos consideran que aunque se esperaba que en 2022 se completaría el proceso de recuperación, los pronósticos del INEGI muestran que 2023 podría traer nuevas contracciones que podrían configurar una recesión económica.

La economía mexicana habría reportado un crecimiento de 2.9 por ciento durante todo el año pasado, anticipan especialistas de acuerdo con las previsiones presentadas por el INEGI.

El crecimiento económico esperado sería insuficiente para recuperar los niveles previos a la pandemia, para lo cual se requerirá de un avance de 0.8 por ciento en todo 2023.

El Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) del INEGI señala una disminución mensual de 0.1 por ciento en noviembre y un retroceso de 0.4 por ciento en diciembre, finalizando el avance que venía reportado desde julio pasado.

El freno provendría tanto de la industria,con señales de desaceleración en el exterior, como de los servicios.

Las actividades relacionadas con los servicios habrían observado una disminución de 0.3 por ciento en noviembre y un retroceso de 0.6 por ciento en diciembre.

Con esto, el sector se ubicaría 0.7 por ciento por debajo del nivel alcanzado en enero de 2020, previo a la pandemia de Covid-19.

Por su parte, la actividad industrial, después de haber reportado un retroceso de 0.1 por ciento en noviembre, tendría una disminución de 0.6 por ciento en diciembre, de modo que la producción del sector sería 1.2 por ciento menor a la que tenía antes de la crisis sanitaria.

De octubre a diciembre, el Producto Interno Bruto (PIB) habría avanzado alrededor de 0.4 por ciento en comparación con el trimestre inmediato anterior, cuando se expandió 0.9 por ciento al restar la inflación.

Para 2023 hay un mayor pesimismo sobre la actividad en Estados Unidos, particularmente en el sector industrial, así como la persistencia de presiones inflacionarias en el componente subyacente, y la continuación del aumento en las tasas de interés.

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