A un año de que inició la contingencia sanitaria por el Covid-19 en el estado de Puebla, uno de los sectores económicos más afectados es el turismo.

Los hoteles dejaron de recibir visitantes, se cancelaron reservaciones y se suspendieron eventos y convenciones, mientras que gran parte de los restaurantes cerraron sus puertas ante la falta de actividades turísticas en la entidad.

Aunque las autoridades federales, estatales y municipales, implementaron esquemas de apoyos económicos, los empresarios consideraron que han sido insuficientes para evitar el desplome del sector.

Así lo explican, el presidente de la Asociación de Hoteles y Moteles del Estado de Puebla, Manolo Domínguez Gabián y la presidenta de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados de Puebla, Olga Méndez Juárez.

Radiografía del desplome

De acuerdo con datos de la Asociación de Hoteles y Moteles de Puebla, en el 2019, el sector hotelero en el estado cerró con una ocupación del 60.8 por ciento. Para el 2020, esa cifra disminuyó a 20.8 por ciento, el porcentaje más bajo en la historia reciente.

Peor aún. Durante el primer mes de 2021, se registró una caída adicional en 8.9 por ciento más.

Para sostener el funcionamiento de un hotel (mantenimiento, salarios y pagos de impuestos) se requiere al menos una ocupación del 36 por ciento promedio.

Ante ello, hubo hoteles que redujeron sus tarifas hasta en un 50 por ciento con tal de captar ingresos.

El estado cuenta con más de 300 hoteles y una oferta de más de nueve mil 970 habitaciones. Pero en el último año, 15 cerraron sus puertas ante la falta de ingresos para sostenerse, señala dicha asociación.

Además, la apertura de tres nuevos hoteles que se tenía programada para este año en la capital del estado, tuvo que detenerse ante la falta de condiciones.

Manolo Domínguez Gabián, presidente de esta agrupación empresarial, reiteró que el futuro del turismo es incierto, por lo que se deben impulsar cambios en las estrategias de promoción de Puebla como destino.

Mejorales” no alcanzaron para la recuperación del sector restaurantero

Para hacer frente a la crisis generada por la pandemia, el Gobierno del Estado de Puebla redujo el cobro del 3 por ciento de los impuestos de Hospedaje y de Nómina, mientras que el Ayuntamiento de Puebla destinó 15 millones de pesos a fondo perdido para el comercio formal establecido que incluyó al sector restaurantero.

Sin embargo, la presidenta de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados de Puebla, Olga Méndez Juárez, consideró que a pesar de que recibieron apoyo de instancias gubernamentales, el “mejoral” no fue suficiente para evitar su crisis, pues sus ventas se desplomaron en un 90 por ciento, suspendieron las contrataciones de personal hasta en un 50 por ciento y se perdieron cerca de 8 mil empleos.

Explicó que estas condiciones adversas generaron deudas, falta de pagos de impuestos y a proveedores, arrendamientos de locales y la adquisición de créditos con tasas de interés altas.

Dijo que la suspensión de actividades esenciales y el esquema de servicio a domicilio fueron parte de la crisis económica generada en este sector.

La también presidenta de la en Puebla señaló que fueron insuficientes los apoyos otorgados por el gobierno federal, estatal y municipal, pues no lograban cubrir los gastos de operación, salarios, rentas e insumos.

Informó que, a la fecha, 310 establecimientos cerraron en el último año sin posibilidad de reactivarse este 2021 y de ellos, 62 ya no podrán abrir sus puertas de manera definitiva.

Semana Santa, esperanza del sector turístico

Para el sector hotelero y restaurantero, la Semana Santa representa una oportunidad única para tener una recuperación económica.

Los hoteles esperan alcanzar el 30 por ciento de ocupación, sin embargo, hay preocupación por un posible repunte posterior a esta temporada.

Domínguez Gabián explicó que los hoteles se alistan con todos los protocolos sanitarios para atender a sus clientes.

Por su parte, Méndez Juárez consideró que, pese a la ampliación del decreto estatal, los restauranteros confían en que al menos puedan mantener un 33 por ciento de sus ventas, considerando que hay restricciones en las actividades religiosas.

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