La inflación superó las expectativas en marzo, continuó su carrera ascendente para llegar a una tasa anual de 7.45 por ciento, el incremento más elevado desde enero de 2001 cuando se ubicó en 8.11 por ciento, reveló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

El repunte fue resultado del incremento en los precios de productos agropecuarios como la cebolla y el aguacate, así como de energéticos como el gas doméstico natural y los servicios ligados al sector turístico.

El Índice Nacional de Precios al Consumidor presentó una variación de 0.99 por ciento en marzo de 2022 respecto al mes anterior, el incremento mensual más elevado desde noviembre del año pasado, cuando registró un alza de 1.14 por ciento.

Con este resultado, la inflación general anual se ubicó en 7.45 por ciento, superando las expectativas de los analistas de las principales instituciones financieras que en promedio esperaban que el alza anual se ubicará en 7.35 por ciento.

Entre los bienes y servicios cuyo incremento de precios tuvo más incidencia en este resultado, destaca el segmento de frutas y verduras como la cebolla con un aumento anual de 150.5 por ciento; el aguacate, 84.26 por ciento; chile serrano, 60.43 por ciento; chile poblano, 48.88 por ciento; y el jitomate, 30.56 por ciento.

Otros productos alimenticios que reportaron alzas importantes fueron el pescado con un aumento anual de 13.51 por ciento; camarón, 13.40 por ciento; y otros mariscos, 14.34 por ciento, resultado de la temporada de cuaresma. Adicionalmente se encuentra la carne de res con un alza de 16.80 por ciento; pollo, 11.65 por ciento; y carne de cerdo, 11.11 por ciento.

Entre el segmento de los servicios destacan las alzas del transporte aéreo con un aumento anual de 40.65 por ciento; los servicios turísticos en paquete, 19.91 por ciento; hospedaje en hoteles, 11.66 por ciento; y restaurante y similares, 8.21 por ciento, debido en parte al periodo vacacional previo a la Semana Santa.

Por lo que se refiere al grupo de energéticos sobresale el alza anual de 22.82 por ciento en el precio del gas doméstico natural; así como el de la electricidad, 7.97 por ciento; gasolina Premium, 7.87 por ciento; y la regular, 5.47 por ciento, todo ello en el marco del repunte de los precios internacionales del petróleo resultado del conflicto bélico en Ucrania.

La parte más preocupante de la inflación es la subyacente, es decir, el segmento más inflexible de la inflación, que incluye los bienes y servicios cuyos precios son menos volátiles, y que registró un incremento de 0.72 por ciento mensual y de 6.78 por ciento anual, con lo que liga 16 meses de aumentos constantes y se ubica en su nivel más elevado desde abril de 2001.

Por su parte, el índice de precios no subyacente aumentó 1.79 por ciento a tasa mensual y 9.45 por ciento a tasa anual. Dentro del índice no subyacente, los precios de los productos agropecuarios crecieron 16.12 por ciento y los de los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno 4.73 por ciento a tasa anual.

 

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