Esa carnita asada tendrá que esperar porque el precio de la carne de res se ha incrementado entre 18 y 20 por ciento durante los últimos seis meses, pero ¿por qué?.
En los mercados municipales, las amas de casa tienen que recurrir a la creatividad y sustituir la carne de res por otros productos, ya que el costo que tienen que pagar es alto, a pesar de que algunos locatarios aseguran que han absorbido el alza del precio para no afectar a sus clientes.
Este incremento en el precio del kilo de carne de res se confirma en el monitoreo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) que aplicó a las 55 principales ciudades del territorio nacional, incluyendo Puebla.
Para la zona centro del país, donde se localiza el estado de Puebla, las cifras señalan que el kilo de carne de res que hace unos meses era de 170 o 180 pesos y hoy tiene un costo de hasta 240 pesos.
Los cortes especiales subieron 15.7 por ciento su precio, la carne molida de res aumento su costo 17.7 por ciento, el bistec en 18 por ciento, retazo con hueso en 18 por ciento, chuletas y costillas en 19.4 por ciento.
El precio de la carne de res no había registrado un incremento así desde hace una década y ello se debe principalmente a los reportes de la presencia del gusano barrenador en el ganado.
Este hecho motivó a que el gobierno de Estados Unidos ordenara el cierre de la frontera para el envío de carne de res criada en México. Por ello, los productores aumentaron el precio del kilo de carne en canal, costo que pasó de 115 a 122 pesos en promedio. Al final, los introductores y matanceros agregan este incremento al consumidor final.
Los consumidores también dejaron de comprar carne de res por temor al gusano barrenador, que es una larva que perfora el tejido vivo de los animales.
De acuerdo al Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), en granjas de Tabasco y Chiapas, principales abastecedores de ganado a Puebla, ya se instalaron filtros para restringir el desplazamiento de animales, lo que también ha generado una escasez del producto.
El mismo INEGI, a través del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), reportó que en septiembre y octubre la inflación en Puebla se ubicó en 3.24 por ciento, lo que representó un incremento de 0.39 puntos porcentuales respecto a agosto, cuando fue de 2.85 por ciento, mientras que en julio fue de 2.77 por ciento.
Lo anterior demuestra una tendencia a la alza de manera constante, sin embargo, Puebla se mantiene entre las entidades con menor inflación en el país, pues antes se ubican Baja California Sur, Sonora, Tlaxcala, Tabasco, Sinaloa, Morelos, Baja California y Zacatecas.
La inflación también ha generado un aumento en el precio de los productos, principalmente alimentos, como se muestra en el reporte reciente emitido por el INEGI el pasado 9 de octubre, en el que se apunta que la carne de res tuvo una variación mensual de 0.92 por ciento y 0.018 de incidencia mensual.
Otros productos que también reportaron un aumento fueron: chile serrano (17.60 por ciento), tomate verde (12.93 por ciento), cebolla (8.05 por ciento), y los servicios de educación primaria, que subieron 5.98 por ciento debido al inicio del ciclo escolar.
Por el contrario, el precio del plátano, transporte aéreo, huevo y gas doméstico LP fue a la baja.
El INEGI explicó que el comportamiento de la inflación responde a factores estacionales que influyen en la disponibilidad y demanda de ciertos productos. Algunos alimentos se incrementaron por efectos de las condiciones climáticas, mientras que otros se dieron por la demanda y otros más por factores de salud, como es el caso del gusano barrenador.
Para algunas amas de casa, está la opción de consumir carne de res de los supermercados, donde pueden encontrar precios bajos, aunque no es carne tan fresca como en los mercados.