La pechuga de pollo y la chuleta de cerdo registraron nuevos incrementos de precio en la semana del 13 al 17 de febrero para superar los 120 y 125 pesos por kilogramo, respectivamente, debido al entorno inflacionario que vive el país.

De acuerdo con el Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne) la proteína cárnica de mayor consumo es el pollo, el cual llegó a 46 pesos el kilo de pollo entero, a 77 pesos la pierna y muslo, y a 120 pesos la pechuga.

Mientras que la chuleta de cerdo se vendió la semana pasada en promedio en 125 pesos, el lomo en 125 pesos y el tocino en 406 pesos.

En tanto que la carne de res registra una baja de la semana del 6 al 10 a la semana del 13 al 17 de febrero, por ejemplo, el bistec de res bajó de 175 pesos a 168; la carne molida de 149 a 145 pesos el kilo, y la chuleta de 204 pesos bajó a 200 pesos por kilo, de acuerdo con Comecarne.

De acuerdo con los productores de carne, uno de los factores del incremento de precios es el entorno de inseguridad que provoca que todo sea más caro porque los transportistas ya no quieren viajar en ciertas carreteras e ir a determinados lugares.

La inseguridad que vive el país obliga a las empresas a pagar más en seguridad, como guardias para custodiar los trailers con mercancía.

Comecarne considera que los precios del pollo y huevo pueden incrementarse entre 15 y 20 por ciento más de lo que ya lo hicieron, mientras que la tortilla no bajará a pesar de que la paridad peso-dólar permite que bajen los precios del maíz para consumo pecuario.

De acuerdo con el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), los precios de maíz de importación para uso pecuario e industrial e incluso para la producción de maíz en México viene una caída de precio porque el tipo de cambio de 20.50 pesos por dólar bajó a 18.50 pesos, lo que significará un impacto a la baja de 700 pesos, pero eso no se traducirá en menores precios.

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