Para prever situaciones de emergencia, la Dirección de Apoyo y Seguridad Universitaria (DASU) de la BUAP, a través del Departamento de Administración de Riesgos, llevó a cabo el curso de inducción para la elaboración de Programas Internos de Protección Civil, con directores y representantes de las brigadas de seguridad de unidades académicas y dependencias administrativas.
La Rectora Lilia Cedillo Ramírez reconoció que el personal de la DASU no sólo trabaja en aspectos de vigilancia, sino también en la prevención. “Hay que recordar que somos vulnerables a riesgos naturales y a los provocados por el hombre. Por ello, la importancia de que cada unidad académica trabaje en la prevención y en conformar brigadas de seguridad para saber cómo actuar ante una emergencia”.
Por ello, señaló la relevancia de este programa presentado en la Unidad de Seminarios, en Ciudad Universitaria. “No sabemos cuándo se suscitará un temblor, inundación o incendio. De ahí que estas acciones de capacitación permitirán garantizar un ambiente seguro”.
Francisco Cervantes Velázquez, director de la DASU, expresó que la capacitación puede hacer la diferencia ante un siniestro, “pero para concretar este cometido se necesita la ayuda de cada uno de los integrantes de la comunidad universitaria para formar brigadas y realizar simulacros, así como contar con un plan interno de protección civil”.

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Posteriormente, en la plática de inducción sobre el Programa Interno de Protección Civil, Josué Morales, jefe del Departamento de Administración de Riesgos de la DASU, definió a dicho programa como un instrumento de planeación y operación cuyo objetivo es constituir las bases para responder de manera adecuada ante la presencia de un fenómeno perturbador. Se compone de tres acciones: fase preventiva (antes), de auxilio (durante) y de recuperación (después).
El especialista explicó que para emprender la fase preventiva se recaba información de las dependencias o unidades académicas a través de tres formularios. El primero sobre datos generales: nombre, ubicación, tipo de dependencia y responsable; el segundo, formar el acta constitutiva sobre los integrantes de las brigadas de seguridad; y el tercero, las bitácoras acerca del edificio, extintores, equipo de seguridad, botiquín y registro del personal fijo en el inmueble.
Una vez establecidos dichos puntos, agregó, se procede a una capacitación multifuncional y un simulacro de evacuación para poner en práctica la adopción de conductas de autoprotección.