Lilia Cedillo Ramírez, rectora de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, dio a conocer que en los campus que tiene la BUAP en Atlixco e Izúcar de Matamoros, ya trabajan con los planes de evacuación ante la actividad en el Popocatépetl.

Dijo que así lo hacen desde hace dos semanas, desde que comenzó a incrementarse la actividad en el volcán, para estar prevenidos en caso de que se presente una contingencia.

Para estas tareas trabajan junto con personal del Centro Universitario para la Prevención de Desastres Regionales (Cupreder) y la Dirección de Apoyo y Seguridad Universitaria (DASU) con el objetivo de que los estudiantes estén seguros.

“No es ser alarmista, sino ser precavido. Saber qué hacer en el momento en que se presente una contingencia nos puede ayudar a todos y puede salvar vidas y eso hay que tomarlo en cuenta, más vale prevenir que lamentar”, insistió.

La rectora universitaria pidió a los estudiantes, trabajadores, personal administrativo y docentes, principalmente de Atlixco, en menor medida de Izúcar de Matamoros, que colaboren con las indicaciones que el personal universitario les señale durante la implementación de los planes.

También les indicó que el uso de cubrebocas en la comunidad universitaria de ambos municipios es obligatorio.

Durante su participación en el programa “De eso se trata” que se transmite por TV BUAP, habló de las actividades del Popocatépetl y sus repercusiones para la salud.

Sus aportaciones fueron sobre los cuidados que deben de tener las personas hacia su salud, pero también hacia las mascotas.

También recomendó respirar por la nariz y no por la boca, debido a que la nariz está diseñada para filtrar agentes que se llegan a encontrar en el aire e impide que entren a nuestro cuerpo.

En caso de salir es necesario el uso de cubrebocas porque de esta manera se evita que la ceniza, que es una arenilla muy fina, “haga ese raspón a nuestro epitelio respiratorio”.

A diferencia del Covid-19, ahora es necesario mantener cerradas las ventanas y colocar atrapa-polvos en los quicios de las puertas.

Así como el empleo de gafas o lentes para el sol y evitar estar tallando los ojos, para no provocar escozor en el globo ocular.

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