En 2001, cuando la BUAP puso en marcha su primera campaña de alfabetización al interior del estado, Mirta Isabel Figueroa Fernández, recién graduada de la Licenciatura en Psicología en la institución, se incorporó como voluntaria para enseñar a leer y escribir a adultos mayores, convencida de que el trabajo comunitario y la educación transforman realidades. Fue así como siete días de trabajo comunitario se convirtieron en 20 años y estos en un proyecto de vida.
La actual directora del Centro Universitario de Participación Social (CUPS) de la BUAP aún recuerda con nitidez las vivencias de su primera campaña. En las mañanas acudía al campo para recolectar chícharos, prender el fogón y echar tortillas; por la tarde enseñar las primeras letras. “Regresábamos a dar clases con una idea distinta de cómo enseñar porque sabíamos lo que la gente vivía”.