A dos años y cinco meses de los primeros casos de Covid-19 en México, la población sigue sin retomar el estilo de vida que llevaba antes del año 2020, siendo el sedentarismo y la alteración del sueño los principales cambios que siguen padeciendo.

Lourdes Silva Fernández, directora  y María de Lourdes Meza Jiménez, catedrática investigadora de la Facultad de Nutrición en la Universidad Popular Autónoma de Puebla (UPAEP), respectivamente, así lo dieron a conocer durante la conferencia "Cambios en los estilos de vida postpandemia".

Silva Fernández dijo que debido al confinamiento y trabajo desde casa dejamos de movernos y se modificaron los tiempos de sueño, ya que la mayoría de la población dormía hasta muy tarde y se hizo uso excesivo de las pantallas.

A estos cambios se sumaron las modificaciones en el tipo de alimentación, toda vez que por tener acceso más fácil a la despensa, la gente podía comer más y a todas horas.

Además, quienes no tuvieron tiempo para cocinar, por estar en el “home office” recurrieron a la comida rápida.

A esta situación, se suma que la mala alimentación afectó a las poblaciones más desprotegidas, primero porque debido a la pandemia muchas personas perdieron su empleo, otras dejaron de trabajar por atender a sus familiares enfermos o enfermaron, y en otros casos siguieron con el trabajo, pero disminuyeron sus ingresos.

A la falta de recursos se suma la inflación en los precios de los productos de la canasta básica, lo que llevó al detrimento de la calidad de los alimentos.

“No me alcanza para comer lo que yo necesito o lo que yo estaba acostumbrada a comer”, dijo.

Por su parte, María de Lourdes Meza Jiménez, explicó que en la noche el cuerpo se dedica a reparar tejidos y reponer la energía empleada para todas las actividades del día.

Incluso, explicó que hay sustancias que se secretan en completa oscuridad, como el caso de la melatonina, así que si se duerme tarde, se altera el buen funcionamiento del organismo.

El tiempo ideal para dormir depende de la edad, pues entre menos años, son mayores horas de sueño y viceversa.

En una persona adulta lo que se podría considerar como normal es que duerma de 7 a 8 horas y se trate de un sueño reparador.

Un buen sueño se logra cuando se duerme en ausencia total de luz, sin la presencia de pantallas y celulares y sin ruido.

Las especialistas agregaron que a más de dos años de pandemia, es difícil retornar a un estilo anterior a la pandemia, por lo que recomiendan:

-Intentar retomar la actividad física.

-Poner límites y no estar disponibles 24 horas para el trabajo.

-Tener un periodo de esparcimiento.

-Acercarnos a la alimentación saludable y evitar las comidas rápidas.

En este último punto coincidieron en que las personas que padecieron Covid-19 y sus familias o circulo más cercano tuvieron más conciencia del cuidado de su alimentación.

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