Comedor Palafox es una red de seis sitios donde personas en situación de calle o en alguna condición vulnerable pueden llegar a alimentarse y no quedarse sin comer.

Luis Gerardo Reyes Ramírez, coordinador de los Comedores Palafox, explicó que esta iniciativa surgió en marzo de 2017 a propuesta del actual arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa.

En entrevista con dijo que antes de la pandemia servían cerca de 150 comidas diarias y durante la contingencia del Covid-19 la cifra se elevó a 300 comidas diarias.

Precisó que durante el confinamiento cerraron el área de mesas y sillas y solo se les entregaban los alimentos en contenedores desechables a quienes asistían, para que comieran en sus casas o en otros espacios.

Fue a partir del pasado 12 de septiembre que reabrieron el servicio de comedor y siguen notando que el número de comensales va en aumento.

“Llega gente de todas las edades, pero la mayor parte son adultos mayores y gente en situación de calle. Los que acuden platican que están solos, no tienen dinero para la comida o no hay quienes los cuiden”, comentó.

Los Comedores Palafox se ubican en:

-Casa de la Familia, 9 Oriente número 3, colonia Centro (comedor central)

-Parroquia de Santo Ángel Custodio, en el Barrio de Analco

-Parroquia de la Santa Cruz, en el Barrio de El Alto, atrás de Casa Aguayo

-Parroquia de Nuestra Señora de San Juan de Los Lagos, frente a Galerías Serdán

-Capilla de Nuestra Señora de los Desamparados, en la colonia La Aurora

-Parroquia principal del municipio de Chietla

En el caso de Chietla, dijo que hay un comedor porque la mayor parte de la población es adulta mayor, está sola y con carencias.

Comenzó a ofrecer desayunos, pero ante la necesidad de la gente actualmente se sirven 25 desayunos y 60 comidas.

El diácono compartió que hay gente que acude desde Xoxtla, en las inmediaciones de la planta Volkswagen de México, al comedor ubicado en el centro de Puebla.

“Les decía, oiga, ¿cuánto se gasta para llegar acá? y había quien me decía, nada, porque me vengo caminando. En algunos casos nos han pedido poder llevarse otra comida para que sea su desayuno al siguiente día”, compartió.

“Alguna vez a mí alguien me dijo 'se me hizo tarde porque me quedé dormido, porque mi única comida es la del mediodía y para quitarme el hambre mejor me quedo dormido'. Es decir, hay personas que hacen una sola comida en todo el día. Eso es muy fuerte, algo muy difícil”, expresó.

Gerardo Reyes añadió que en todos los Comedores Palafox cuentan con voluntarios que se encargan de preparar los alimentos y servirlos de lunes a viernes, de 13:00 a 14:45 horas.

Se les sirven sopa aguada, sopa seca, guisado, frijoles, agua de sabor y un pequeño postre como puede ser una paleta o galletas.

“Les servimos una comida bien preparada y nos dicen que está rico y que ya extrañaban comer sentados, comer algo caliente y poder compartir los alimentos con otra gente. Durante la pandemia se detuvo el servicio para que subieran al comedor. Se mandó a hacer una mampara de acrílico y por ahí se les entregaba su contender de unicel para que se llevaran sus alimentos para comer donde ellos quisieran”, dijo.

Quienes asisten deben cubrir una cuota de recuperación de 1 a 10 pesos máximo, pero si no tienen dinero tampoco se les niega el alimento.

“No se les cobra la comida, en realidad es una cooperación que ayuda para el pago de servicios como luz, agua, gas y otras necesidades, porque los alimentos los obtenemos por medio del Banco de Alimentos que nos dan frutas, vegetales, semillas y cereales”, explicó.

En el caso de tener que comprar proteína como huevo, carne, pollo, salchichas, los administradores del comedor tienen que buscar los recursos o donativos de la sociedad poblana.

“La gente siempre nos ha apoyado, aunque sea una bolsa de pasta o un kilo de arroz nos regalan. Hay un señor que cada semana nos entrega un pollo completo, entonces siempre nos han favorecido”, agradeció.

Google News

TEMAS RELACIONADOS