Una manera de evitar que los residuos lleguen al relleno sanitario y sigan contaminando, es participar en la jornada de El Reciclatón, de la asociación civil Salva Al Mar, la cual intercambia los desechos por dinero para ayudar a niños enfermos de cáncer e insuficiencia renal.

Reciclar ayuda a niños enfermos de cáncer e insuficiencia renal
Reciclar ayuda a niños enfermos de cáncer e insuficiencia renal

“Todo lo que se recolecta en residuos se convierte en una oportunidad de vida para los niños enfermos de cáncer o insuficiencia renal que son atendidos en el Hospital para el Niño Poblano”, dijo María Esther Ayón Jiménez, madre de Jimena Mora Ayón, una niña que en el año 2010 fundó Salva Al Mar.

Reciclar ayuda a niños enfermos de cáncer e insuficiencia renal
Reciclar ayuda a niños enfermos de cáncer e insuficiencia renal

En entrevista con , María Esther Ayón dijo que antes de la pandemia, en cada colecta mensual, recibían cerca de 10 toneladas, pero desde que lo retomaron el último domingo de cada mes han bajado mucho el monto de lo reunido, pero, aún así, las toneladas que se puedan recolectar han sido de gran ayuda para los niños que cursan por diversos padecimientos.

Explicó que lo que reciben en los centros de acopio lo venden con recicladores y con ello reúnen dinero que les permite comprar medicamentos para la diálisis, eritropoyetina y otros fármacos contra el cáncer.

Incluso, pueden apoyar a los papás de los niños enfermos para que coman, ya que en muchas de las ocasiones no tienen ni para pagar su estancia en el albergue, el cual tiene un costo de 15 pesos al día.

Reciclar ayuda a niños enfermos de cáncer e insuficiencia renal
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En promedio, dijo, se apoya de 5 a 10 niños enfermos al mes, a través del Reciclatón. Tan solo de agosto a septiembre se pudo ayudar a siete menores del Hospital para el Niño Poblano.

Reciclar ayuda a niños enfermos de cáncer e insuficiencia renal
Reciclar ayuda a niños enfermos de cáncer e insuficiencia renal

Compartió que a una mamá se le entregó un horno de microondas, ya que deben poner las bolsas de diálisis a una temperatura adecuada en el momento que debe ingresar al cuerpo del niño.

También se entregó una báscula, porque hay que precisar los mililitros que un menor se debe de poner para su tratamiento.

Son diferentes padecimientos, pero el común denominador es que se trata de familias de escasos recursos no solo de Puebla, sino de otros estados del país.

Lo anterior, tras recordar que el próximo domingo 25 de septiembre, de 10:00 a 14:00 horas, se llevará a cabo El Reciclatón en el Parque Juárez, frente a Plaza Dorada y en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), 23 Sur y 11 Poniente.

En estos centros de acopio estarán 30 jóvenes voluntarios de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), de la Benemérita Universidad Autónoma del Estado de Puebla (BUAP), de la Universidad Anáhuac y del Centro Escolar Niños Héroes de Chapultepec (Cenhch) recibiendo los residuos limpios y separados que lleven los poblanos.

Recibirán papel, cartón, archivo muerto, tapitas, PET, latas de chile, latas de aluminio, vidrio y plástico duro como pueden ser mesas o sillas de plásticos, cubetas, CD’s, aparatos electrónicos como televisores, tostadores, hornos de microondas, entre otros, sirvan o no sirvan, que tengan en casa y deseen desechar.

Explicó que cuando hay aparatos electrónicos que sirven, buscan a gente que les pueda ser útil, como los jóvenes universitarios que están estudiando las carreras de electrónica.

“Tengan en cuenta que nuestro trabajo en conjunto se va a reflejar en un mejor medioambiente, una mejor educación y lo más importante es que podemos ser solidarios con nuestros semejantes. Los invitamos a que se sigan uniendo a esta causa”, expresó.

Este trabajo, que inició una niña de 10 años, le ha valido que sea reconocido y tomado como ejemplo, ya que su historia aparece publicada en el libro de texto gratuito de tercer grado de primaria que distribuyó la Secretaría de Educación Pública (SEP) estatal.

“Nos ponen como referente y eso nos da mucha alegría porque hemos hecho las cosas poco a poco, con mucho compromiso y ya estamos dejando una huella muy bonita en los niños de primaria”, concluyó María Esther Ayón.

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