No hay fecha que no se cumpla y plazo que no llegue. Tras más de tres décadas de servicio, Camerino Hernández Sánchez le pone fin a su carrera policial.

Aunque no estará más en la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de San Pedro Cholula, asegura que esta institución siempre estará en su corazón.

-¿Cómo nace su vocación policiaca? 

-Cuando yo era pequeño, tenía dos tíos que trabajaban acá, en San Pedro Cholula, eran policías. Los observaba cuando llegaban con el uniforme y me daba mucho gusto…Yo les preguntaba ¿qué es lo que hacen? y me decían: damos seguridad y protegemos a la sociedad. Entre mí, pensé 'yo quiero ser policía, como ustedes, porque sería un orgullo para mí' y así fue como vine a ser policía aquí en San Pedro Cholula.

-¿Cómo les dijo a sus padres que quería ser policía?

-  Mi mamá ya había fallecido. Mi papá, cuando yo le comenté, me dijo: es un trabajo muy riesgoso, peligroso, te tienes que cuidar mucho si es que quieres entrar, cuídate, ya tienes la edad que tú puedes decidir y así fue como me incorporo.

Tras 33 años de policía, Camerino Hernández deja su placa y uniforme
Tras 33 años de policía, Camerino Hernández deja su placa y uniforme

-¿A qué edad entró a la corporación? 

-A los 25 años.

-¿Cómo intercaló su vida familiar con lo laboral? 

-Cuando yo entré (a la corporación) estaba recién casado, le empecé a inculcar a mi esposa que me gustaba el trabajo y que iba a haber momentos que la iba a dejar por venir a hacer el servicio a la sociedad porque me gusta. Ella muchas veces como que no estaba de acuerdo, pero a través del tiempo le fue haciendo mención que de ahí también teníamos un sustento para sobrevivir.

-¿Fue difícil que sus hijos aceptaran su trabajo? 

-Fueron situaciones difíciles para que ellos comprendieran que yo no podía estar en la casa todo el tiempo porque tenía un trabajo y me gustaba, entonces ellos poco a poco fueron asimilando. Claro, de momento no les gustaba porque en sus cumpleaños, en salida de escuela, en eventos que ellos tenían yo no podía estar y eso los incomodaba.

-¿Algún caso en específico que lamentó no estar con alguno de sus hijos? 

-La vez que yo sí me sentí triste y pues me sentí mal fue la última vez que mi última hija salió en la descubierta (contingente en un desfile), un 16 de septiembre… Me dijo 'papá, te espero en Huejotzingo y quiero que me veas'. Le dije 'mira hija, no puedo, tengo que estar en Cholula porque es día que tengo que estar dando seguridad al desfile que se hace allá, en mi trabajo'. Como que sentí que se puso triste… y le dije 'discúlpame, pero échale ganas'.

Tras 33 años de policía, Camerino Hernández deja su placa y uniforme
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-¿Cómo compensaba los vacíos con su familia? 

-Cuando yo salía de descanso trataba de pasar más tiempo con ellos, de jugar cuando ellos eran pequeños para un poco remediar la situación porque no se puede remediar al cien.

-¿Alguno de sus hijos siguió sus pasos, como policía? 

-No, ni uno de mis hijos…Una nieta que tengo de 5 años…cuando va a mi casa observa mi quepí (sombrero de policía) y se lo pone. -Abuelito ¿me lo puedo poner? -Sí mija, póntelo. Se lo pone y dice que quiere ser policía cuando sea grande. Le digo: ¿de verdad, hija, quieres ser policía? Si tú quieres, échale ganas en el estudio y yo te apoyo para que puedas ingresar”.

-¿Cuántos años estuvo en la corporación? 

- 33 años (con) cuatro meses.

-¿Algún caso lo marcó? 

- Bueno, en una ocasión, hubo un auxilio en Santa Bárbara Almoloya en el interior de un domicilio y acudimos, entonces se escuchaban gritos de dama. Nos permitieron entrar, entramos por la rendija del zaguán, observamos que eran dos damas... Como no nos abría nadie, optamos por brincarnos el zaguán y fuimos a golpear a la persona que estaba agrediendo. Cuál fue nuestra sorpresa, que era la mamá la que estaba abajo y la hija sobre de ella, ya estaba muy golpeada, la auxiliamos, pedimos el apoyo de la ambulancia, se auxilió y se siguió el procedimiento. La verdad nos sentimos muy halagados en ese momento porque la señora estaba en peligro.

-¿Fue difícil decirle adiós a su carrera policial? 

-La verdad cuando empecé a juntar mis uniformes, se me salieron las lágrimas, soy honesto porque no es fácil terminar, pero sí estoy sumamente orgulloso.

-¿Cuál fue la reacción de sus hijos acerca de su pensión? 

-Se sienten orgullosos y me dicen: papá, échale ganas, no te agüites y sal adelante. Si ya cumpliste tantos años de trabajo, ahora disfrútalos, haz cualquier actividad y adelante.

-¿Cuál es su consejo para las nuevas generaciones de policías? 

-Que le echen ganas, que haya una unión porque la unión hace la fuerza. Si lo quieren hacer, lo van a lograr. Yo he platicado con muchos jóvenes que han ingresado y les digo: échale ganas. Cualquier consejo que tú quieras, te lo puedo dar.

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