Como en muchos estados de la Unión Americana, la comunidad poblana está presente en Nueva York y ha sido testigo partícipe de su historia.

No en balde ha sido bautizada por la comunidad migrante como Puebla York.

Los poblanos residentes en la Gran Manzana fueron testigos, hace 21 años, del mayor atentado terrorista de la historia moderna de Estados Unidos: la caída de las Torres Gemelas.

Estuvieron presentes en la denominada zona cero y se contabilizan entre las víctimas y también fueron testigos presenciales de lo acontecido.

De ahí que al conmemorarse el 21 aniversario de esos acontecimientos sea obligado realizar un repaso del testimonio público de varios de ellos.

Como resultado del ataque, de acuerdo con cifras oficiales, murieron 2 mil 983 personas, entre ellas 7 poblanos.

El reporte general da cuenta de que 15 mexicanos perdieron la vida en los atentados, entre ellos los poblanos Alicia Acevedo Carranza, Antonio Javier Álvarez, Antonio Meléndez, Juan Romero Orozco, Leobardo López Pascual, Max Gómez y Víctor Antonio Martínez Pastrana, que provenían de Acatlán de Osorio, San Pablo, Teziutlán y Tlachichuca, respectivamente.

Testimonios

Ana Sayas, quien en 2001 tenía apenas un año de haber llegado a Nueva York, narra que escuchó en las noticias que hablaban de un incendio en una de las Torres Gemelas y de la posibilidad de que un avión fuera la causa.

Tan sólo unos minutos después, escuchó un fuerte estruendo que la asustó y se tiró al suelo de su casa, junto con sus hijos.

Más tarde se enteró de que otro avión se estrelló contra la segunda torre del World Trade Center.

Buscar a su hijo y su esposo que trabajan en la construcción se volvió su prioridad.

Aunque el tránsito se complicó, sus seres queridos llegaron más tarde.

Pero el miedo de que Estados Unidos sea de nueva cuenta víctima de un ataque terrorista está presente para ella, cada día.

Miguel Ángel Peña acudió ese día a una cita en Thompson Street y Broome. Debía llegar a las 9 horas, pero se anticipó, por lo que debía esperar y lo hizo sentado en el lobby del hotel Sixty Soho.

De repente escuchó un estruendo abrumador que lo hizo salir a la calle. Recuerda que la gente salió del hotel y comenzó a correr.

De repente comenzó caminar hacia la zona del desastre. Dos cuadras antes se detuvo y observó cómo volaban papeles y gente lanzándose desde el edificio.

No se explica cómo pero se dio vuelta para regresar a casa, sin sentido. Y de repente el cuerpo de una mujer cayó cerca de él. Finalmente llegó a su casa sin recordar el camino y sólo estuvo en Estados Unidos tres meses más.

Arlette Martínez tenía sólo 9 años aquel 11 de septiembre, pero recuerda que la acababan de llevar a la escuela en Passaic. Su padre, Jorge Martínez Membrero, quien falleció recientemente, conducía un taxi y mientras pasaba por Central Park escuchó lo que fue el impacto del primer avión.

La gente corría y su papá subió a todos los que pudo al taxi, cinco personas en total, para ayudarlos a ponerse a salvo.

Y las imágenes de lo ocurrido ese día, quedaron en su mente hasta el último de sus días.

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