Para los poblanos de la década de los 30 fue cotidiano ver volar aviones muy cerca de la ciudad de Puebla, y así fue hasta poco antes de 1990 cuando se cerró el aeropuerto “Pablo L. Sidar”.
Actualmente, por todos es conocido que la terminal aérea de Puebla es el aeropuerto internacional “Hermanos Serdán”, que se ubica en las inmediaciones del municipio de Huejotzingo, zona limítrofe con la capital del estado.
Sin embargo, antes la “ciudad trazada por ángeles” tenía su aeropuerto en lo que hoy es la calle 24 sur, entre Juan de Palafox y Mendoza y la 37 Oriente, de la colonia Azcárate.
Información que compartió David Ramírez Huitrón, fundador del grupo Puebla Antigua, fue en 1926 cuando los cielos de la angelópolis eran surcados por las avionetas militares.
Ello se debió a que las hectáreas de superficie que abarcaban los ranchos de Azcárate y Alseseca estaban destinadas para las maniobras de las escuelas de aviación y fue la entonces Secretaría de Guerra y Marina la que se encargó de construir la pista.

El campo se empezó a utilizar el 11 de febrero de 1926 gracias al General de División, Joaquín Amaro, y en abril de 1926, se realizó la inauguración.
El general dio la orden de que se acondicionaran los terrenos que en su momento proporcionó el entonces gobernador de Puebla, Leónides Andreu Almazán.
El 1 de septiembre de 1929 se inauguró el faro ubicado en el Fuerte de Guadalupe, pues hasta esa zona formaba parte de la jurisdicción de la terminal aérea y fue en este último donde se instaló la guía de luz para las avionetas.
Contó con dos torres de control, la primera era muy rústica y estaba hecha únicamente de madera, pero dos años después, en 1931 se construyó la segunda y mucho más profesional, junto con la nueva pista de aterrizaje. También se levantaron tribunas para el público.
Hasta 1931 el aeropuerto Ignacio Zaragoza mantuvo ese nombre, pero con la llegada del piloto aviador Pablo L. Sidar Escobar, los administradores decidieron cambiarle el nombre a favor del español, quien llegó a Puebla en 1929.

En este aeropuerto, lo que hoy es el Parque Ecológico, la gente podía ver avionetas de todos los tamaños, siendo la más grande una de 40 plazas que hacía vuelos de Puebla a Acapulco, pero cuando no tenía pasajeros brindaba vuelos privados a Oaxaca, a la Ciudad de México, a Chiapas y Tabasco.
Unidades como un Douglas DC-3, un C-47 de la Fuerza Aérea Mexicana o un Lockheed C-604-5-LO Lodestar podían verse y oírse despegar de esta terminal aérea.
En el primer aeropuerto de Puebla también se ubicaron estudiantes, quienes se daban cita en el “campo de aviación”, para ensayar con pompones y mosaicos las tablas rítmicas que ejecutaron en la inauguración de los Juegos Olímpicos de México 68.
Algo similar se repitió en la década de los 80, cuando estudiantes de secundaria ahí se reunían para el pase de revista de cara al desfile de 5 de mayo, por aniversario de la Batalla de Puebla.
Uno de los sucesos que empañaron el funcionamiento de esta terminal aérea fue el accidente del 14 de enero de 1947 cuando una aeronave con matrícula 6003, perteneciente a la Fuerza Aérea Mexicana se estrelló poco después de despegar.
Por una falla en el motor 2 murieron 4 miembros de la tripulación y 17 pasajeros. La aeronave tenía como destino el aeropuerto de Oaxaca.

Otro accidente aéreo tuvo lugar el 5 de mayo de 1942, pues durante las maniobras militares cayó un bimotor color gris, resultando gravemente herido el capitán Roberto Talamantes.
Uno de los últimos accidentes que también conmocionó a los poblanos fue el que ocurrió en junio de 1978, cuando un joven piloto resultó decapitado tras despegar con rumbo a Oaxaca y se estrelló en la escuela conocida como la Ciudad de los Niños, hoy La Salle. Por ser periodo de vacaciones la escuela se encontraba vacía.
Así estuvo funcionando el aeropuerto Pueblo L. Sidar Escobar, hasta que en 1993 se inauguró la terminal aérea que actualmente opera en Huejotzingo.
¿Quién fue Pablo L. Sidar Escobar?
Pablo Sidar nació en Zaragoza, España en 1895. Desde muy joven llegó a México e ingresó en 1920 a la Escuela Militar de Aviación Mexicana y se recibió de teniente piloto aviador.
En 1929 fue ayudante del general Plutarco Elías Calles, quien fungía como secretario de Guerra y Marina. Ese mismo año llegó a Puebla y de inmediato llamó la atención de los poblanos porque gusta de realizar piruetas en el aire y suertes que de verdad asombraba a propios y extraños.
El 11 de marzo de 1930 emprendió un vuelo sin escalas México-Buenos Aires. Partió de Cerro Loco, Oaxaca, acompañado del teniente Carlos Rovirosa, pero al pasar por Puerto Limón, Costa Rica, su avión emsco B-3 Morelos, fue abatido por una tempestad, cayó al mar y sus tripulantes perecieron.
El cadáver del coronel Sidar, fue traído a México y por decreto del presidente Pascual Ortiz Rubio, sus restos fueron inhumados el 24 de mayo de 1930 en la actual Rotonda de las Personas Ilustres.
Una de las intrigas que despertó en la gente fue la letra L., que aparecía en su nombre y que muchos le atribuían a Luis, pero otros aseguran que es la abreviación de “Loco”, ya que a Pablo le gustaba presentar verdaderos espectáculos en el cielo de Puebla.