Como todo en la vida, una vez que algo deja de funcionar, termina olvidado en algún sitio o en el mejor de los casos, en un espacio específico para su almacenamiento o resguardo.
Lo mismo ocurre con los aviones, vehículos de transporte y de carga, que cuando dejan de volar o por alguna razón legal o un conflicto laboral, deben de permanecer en tierra.
Se trata de los cementerios de aviones que se ubican cerca de las terminales aéreas y que a decir de expertos en aeronáutica, deben estar a un lado de cada aeropuerto.
En el caso del Aeropuerto Internacional “Hermanos Serdán”, que se localiza en Huejotzingo, no se observan aviones abandonados, a pesar que existió Puebla Air Lines (PAL), la primera línea aérea cien por ciento poblana.
Tal como lo dio a conocer El Universal Puebla, fue el 25 de febrero de 1993 cuando inició operaciones Puebla Air Lines (PAL).
Entonces, el director general era el empresario José Abed R., el vicepresidente era Julián Abed R., y José S. Jassen era el presidente ejecutivo.
Con una inversión de 40 millones de dólares se puso en marcha esta marca que tuvo una flotilla compuesta por tres aparatos Boeing 727 con capacidad para 149 a 189 pasajeros.
Como solo pudo dar servicio durante cinco años, debido a la crisis económica que padeció el país en 1998, las unidades dejaron de volar y una de estas se encontró en el cementerio de aviones el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México “Benito Juárez”.
El cementerio de aviones en la capital del país es un predio de 46 hectáreas y todo el terreno está bardeado con malla ciclónica para evitar que los curiosos ingresen sin permiso.
Es una superficie federal y por ello está custodiado las 24 horas del día, pero ello no ha evitado que personas desconocidas hagan grafitis sobre las aeronaves ahí paradas.
El sitio se localiza en la colonia Ciudad Lago, perteneciente al municipio de Nezahualcóyotl, donde hay 16 aeronaves en los cuales se puede aún observar los rótulos de las líneas aéreas a las que pertenecieron, así como sus matrículas.
Ahí yace el Boeing 727-100 con matrícula XA-ASS de Puebla Air Lines, de acuerdo con una fotografía, con fecha del 19 de mayo del 2020.
De igual manera, hay aviones de empresas que quebraron o dejaron de volar por conflictos legales como Panamerican, que dejó de volar en 1991, así como Taesa, que cerró en el 2000; Aviones de Aerolíneas Internacionales, de la cual se venció su permiso para volar en el 2003 y Aerocalifornia (en 2008), entre otras unidades.
Los fuselajes lucen vandalizados y otros más desmantelados, lo mismo el interior de los aviones sin asientos o con sillones carcomidos y llenos de tierra y polvo.
Los vehículos aéreos permanecen inertes en medio de la hierba crecida y fauna nociva como son las ratas y otros roedores que se han vuelto un dolor de cabeza para los vecinos de la zona.