La escasez y falta de agua aumenta en varios municipios y colonias del estado de Puebla. Por ello, problemas como el robo de agua son cada vez más recurrentes y aquí te decimos cómo opera.
De acuerdo con el Monitor de sequía de México de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el 23% del territorio poblano tiene distintos grados de sequía.
El 22% del territorio en Puebla -lo que representa 54 municipios- presenta clima anormalmente seco y 1% -4 municipios- tiene sequía moderada, según el corte hasta el 15 de abril del 2025.
Algunos de los municipios de Puebla con clima anormalmente seco son: Atlixco, Coronango, Cuautlancingo, Chignahuapan, Honey, Huauchinango, Huejotzingo, Puebla, San Andrés Cholula, San Pedro Cholula, Tecali de Herrera, Tlatlauquitepec y Zacatlán.
Los municipios donde hay sequía moderada son: Albino Zertuche, Chila, Guadalupe e Ixcamilpa de Guerrero, los cuales se surten a través de la cuenca del río Balsas.
El robo del viral líquido en el estado opera a través de tomas clandestinas, extracción ilegal y el robo de infraestructura, tal y como sucede con el robo de combustible.
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En la zona metropolitana se han detectado tomas clandestinas que abastecen a alrededor de 455 mil personas, sobre todo, en las juntas auxiliares donde el crecimiento poblacional es desbordado.
Además, la Conagua ha abierto 125 expedientes por extracción ilegal de pozos de agua en los últimos 5 años.
Y en Cuautlancingo se ha detectado el robo de tubería y mobiliario de las oficinas del Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (Sosapac), lo que ha empeorado el desabasto y ha obligado a familias de Lomas de San Juan, Cuatro Caminos, La Herradura y El Pilar a comprar pipas de 800 a 2 mil pesos.
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Este problema ha ocasionado que aumente la escasez de agua, desigualdad en el acceso a este servicio, daño ambiental por la sobreexplotación de los recursos hídricos y conflictos entre la población y las autoridades, así como entre diferentes grupos sociales, alertó la Conagua.