La visita del gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, al socavón ubicado en la comunidad de Santa María Zacatepec del municipio de Juan C. Bonilla estuvo lejos de ser tersa.

Desde que Barbosa Huerta llegó a esta comunidad, un grupo de personas lo recibió con los gritos de "fuera gobernador”, a los que él respondió cuestionando: “a dónde quieren que me vaya”.

Luego, mientras estaba dando una conferencia de prensa, a lo lejos una mujer le gritó  “corrupto” y el mandatario le reviró en el micrófono “corrupta”, provocando las carcajadas de Ana Lucía Hill Mayoral, secretaria de Gobernación, y Beatriz Manrique, titular de Medio Ambiente -quien se cubrió la cara mientras reía-, así como el resto de asistentes.

 

"Eso es politiquería", argumentó Miguel Barbosa, señalando hacia donde se encontraban los manifestantes.

A su arribo a esta comunidad, fue flanqueado por un convoy de camionetas de lujo. Ahí, ya lo esperaba el grupo de Pueblos Unidos, quienes exigen la salida de la planta Bonafont del municipio, con el argumento de que esta empresa es la responsable de la sobreeexplotación de los mantos acuíferos en Santa María Zacatepec.

El mandatario estatal ni se inmutó y, a bordo de las unidades, se pasó de largo por un camino de terracería que lo condujo al templete acondicionado con una carpa blanca y pasto sintético, donde escuchó la explicación de los especialistas del Instituto Politécnico Nacional (IPN) que investigan la causa de la extraña aparición del socavón.

A lo largo de la explicación prevalecieron los gritos de los manifestantes “salven a los perros”, “rescaten a los animales”, “gobernador, somos damnificados”.

Las personas se encontraban a 250 metros de distancia de las autoridades y ningún funcionario se acercó a ellos para escuchar sus peticiones.

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