El domingo 25 de junio Camotepec cumplió su primer lustro como junta auxiliar de Zacatlán y se trata de una comunidad que guarda bastantes sabores relacionados precisamente con los camotes.
Sin embargo, no tiene relación con los camotes tradicionales afrutados y empapelados que tanto caracterizan a Puebla y cuya receta, se cree, nació en los conventos de la zona centro.
De origen, su nombre sí responde a los vocablos en náhuatl que significan cerro del camote y que dan cuenta de cómo sus tierras eran ricas en esos tubérculos desde las culturas originales.
La relación de Camotepec con los camotes se debe a los dulces cristalizados que se producen en la región, donde se da en gran cantidad este tubérculo.
Pero además, se prepara un caldo que se antoja en la neblina de Zacatlán.
Se trata de un mole de olla que en esa región se realiza con una receta típica que se basa en un caldo de carne de res que se come con chayotextles, nombre que llevan los tubérculos del chayote.
El origen local de este producto y su uso en la cocina mexicana ha sido incluso motivo de estudio de investigadores como Pablo Barragán Márquez, quien ha documentado que tiene tanto almidón como una papa.

En las recetas de varias comunidades de México, agrega, se consume tanto en crudo como capeado y en otros guisados que permiten su cocción y una textura que resulta muy suave.
La joven junta auxiliar es rica en productos de maguey como el pulque, capulines y manzanas que aguantan el frío, así como el maíz que les permite preparar varias recetas, según algunas reseñas gastronómicas.
Su principal atractivo es el Valle de Piedras Encimadas que es uno de los paseos estelares que se pueden realizar en la sierra poblana.