Seguramente, en varias ocasiones, escuchas que la vía es pública y que las calles son de todos, pero eso no sucede en Puebla, principalmente en el Centro Histórico, donde es recurrente ver cómo mafias de franeleros se adueñan del espacio público.
La Asociación de Academias de la Lengua Española describe que el concepto de franelero o franelera se refiere a la persona que, en la vía pública, concentra espacios de estacionamiento para negociar con ellos y que, generalmente, también los emplea para lavar vehículos.
Se les llama franeleros porque utilizan un pedazo de franela o trapo rojo para distinguirse y ayudar a los conductores a estacionarse. A veces, con ese mismo trapo lavan los automóviles.
Para apartar los espacios públicos, colocan cubetas, ladrillos, garrafones y otros objetos que impiden que los automovilistas se estacionen de manera libre. Solo si pagan una cuota, los franeleros retiran los obstáculos y “cuidan” el vehículo.
Esta actividad no es realizada solo por un hombre o una mujer, sino por mafias establecidas, principalmente en el Centro Histórico, con vínculos con organizaciones que defienden a vendedores ambulantes.
Tal vez por eso los franeleros se sienten protegidos y, en algunos casos, actúan de manera violenta contra los automovilistas que se niegan a pagarles una cuota para permitirles estacionarse. Dependiendo de la zona, pueden cobrar entre 50 y 100 pesos por un tiempo ilimitado.
Si los conductores se niegan a pagar, pueden recibir amenazas por parte de los franeleros, quienes advierten que "no se hacen responsables" de lo que le pueda pasar al vehículo si permanece en el lugar sin pagar.
Un franelero no opera solo; en una misma calle pueden encontrarse hasta tres, con el objetivo de intimidar a los conductores. Basta con que uno de ellos emita un silbido para que, en cuestión de segundos, otros acudan en su apoyo y amedrenten a los automovilistas.
Los también conocidos como “viene-viene” se encuentran principalmente en calles del Centro Histórico, debido a la actividad comercial diaria. También operan cerca de escuelas, hospitales, mercados municipales, edificios públicos donde se realizan trámites, así como en ferias, eventos deportivos y conciertos.
Desde 2013, el Código Reglamentario para el Municipio de Puebla (Coremun) considera a los franeleros como parte de los ambulantes, comerciantes semifijos y prestadores de servicio en la vía pública.
Tienen permitido instalarse en ciertos puntos, siempre y cuando cuenten con autorización municipal, estén registrados en un padrón que se renueva cada mes, cumplan con los horarios establecidos, paguen servicios como agua, luz y basura, y cuenten con el aval de los vecinos.
Algunas de las zonas autorizadas son:
En el municipio de Puebla, las multas para los franeleros pueden ser económicas o incluir la detención. Según el Código Reglamentario para el Municipio de Puebla (Coremun), las sanciones son:
Esta problemática social ha existido por años en el país y también es un reflejo de la falta de oportunidades laborales formales. Sin embargo, el Ayuntamiento de Puebla considera extender la colocación de parquímetros a diversos parques y jardines para reducir la presencia de franeleros.