En la cocina mexicana hay una amplia variedad de antojitos mexicanos, todos teniendo como base el maíz, entre los que se encuentran los tlacoyos o tlayoyos, ya que según sea la región su pronunciación es diferente.

Incluso, aun estando en el mismo estado, como es el caso de Puebla, en la zona centro se les conoce como tlacoyos, pero en la zona de la Sierra Nororiental se les dice tlayoyo.

La Real Academia Española refiere que la palabra registrada es tlacoyo, que viene de tlatlaolli y que al traducirse significa “maíz molido”.

El mismo diccionario señala que en México el tlacoyo es un antojito hecho a base de tortilla gruesa de maíz rellena de frijoles u otro alimento.

En tanto, el Gran Diccionario Náhuatl que ofrece la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) coincide que la palabra tlacoyo tiene su origen en la lengua náhuatl, y que significa cosa trabajosa.

Ambos escritos no mencionan la palabra tlayoyo, tlayoyis, clacoyos, clacoyito, tlatloyos o tlayoyos como defienden varios de los amantes de este platillo, que bien puede encontrarse en forma de triángulo, rombo u ovalado, y de diversos rellenos.

¿Cómo se dice: tlacoyo o tlayoyo?
¿Cómo se dice: tlacoyo o tlayoyo?

En el libro “Así se come en Tlaxcala”, de la autora Yolanda Ramos Galicia y editado por el Consejo Nacional de Cultura y las Artes (Conaculta), los tlacoyos en la zona centro de Tlaxcala y Puebla van rellenos de haba, ayocotes o frijoles, aderezados con hojas de aguacate.

En tanto, comensales en municipios como Teziutlán, Cuetzalan, Xochiapulco o Zacapoaxtla pronuncian tlayoyos y éstos van rellenos de alverjón o “tlalitos” que son los asientos o sobrantes de la fritura de chicharrón.

En la gastronomía mexicana también hay cambios, y los tlacoyos no pueden ser la excepción, pues si antes solo se degustaban de salsa verde o roja, hoy se pueden encontrar de salsa de chipotle, de tomate tatemado, de salsa de chile habanero, salsa ranchera, adornados con queso freso y cebolla.

Hay quienes gustan de agregarle crema de vaca, rodajas de aguacate o ensalada de nopales con rábanos y cilantro.

Además de los rellenos de frijol, haba, alverjón y chicharrón, también los hay de requesón, y en los mercados municipales se pueden comprar con las marchantas de las tortillas, para prepararlos en casa.

Se estima que al ser un alimento prehispánico se servía solo, y probablemente fungía como itacate para los hombres que debían hacer largos trayectos y necesitaban llevar comida en sus morrales.

La crema de vaca y queso fresco podría ser el aporte que hicieron los españoles en los tiempos de la Conquista a este antojito mexicano, delicia para chicos y grandes.

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