Al referirse al movimiento hippie, de inmediato se hace referencia a la década de los 60, a la juventud, a la libertad y a la rebeldía.

Fue un movimiento internacional que tuvo influencia en México, donde los jóvenes hippies adoptaron a Huautla, en Oaxaca, como su principal punto de reunión.

Pero antes de hablar de las características de los hippies, hay que precisar que el término proviene de la palabra hípster, que a su vez derivaba de la palabra hip.

Este término era muy usado durante los años 50 para denominar a los blancos que eran partícipes del ambiente del jazz y por lo tanto, “estaban en onda” o “iniciados”.

Cuando los impedimentos sociales se convirtieron en una barrera a romper, fue que nacieron los hippies, quienes estaban dispuestos a defender el medio ambiente, llevar vidas alejadas del consumismo y disfrutar de la libertad.

De acuerdo con información del Archivo General de la Nación, ser un hippie significaba estar en desacuerdo con la forma de gobierno, en contra de los prejuicios y tabúes que castigaban “la diferencia” y aplaudían la uniformidad.

Las principales características de este movimiento se enmarcaron en la libertad del individuo, el amor colectivo, el pacifismo y el antiautoritarismo.

También por el consumo de drogas, de sustancias alucinógenas como los hongos, la marihuana y los opioides por amplios sectores de la clase media.

La libertad sexual y el poliamor también fueron parte de su bandera para romper con el paradigma social de las relaciones monógamas y heterosexuales.

Bajo el lema y el símbolo de “Amor y paz” o “Haz el amor, no la guerra”, era como se referían en protesta a la guerra de Estados Unidos contra Vietnam.

¿Cómo se vivió el movimiento hippie en Puebla?

En la ciudad no existe un lugar en específico como punto de reunión para los jóvenes que siguieron este movimiento y de acuerdo con algunas publicaciones, ello se debió a la sociedad poblana conservadora.

Sin embargo, sí hubo mujeres y hombres que en su manera de vestir trataron de identificarse con los hippies, pues vestían pantalones acampanados o pata de elefante.

Las camisas eran estilo hindú, holgadas y se las ponían desabotonadas en la parte superior, mientras que las mujeres demostraban su rebelión con el uso de la minifalda.

Gustaban también de usar vestidos línea A, pero siempre arriba de la rodilla, con colores y diseños psicodélicos en las telas.

Buscaban a toda costa la comodidad, por encima de la belleza, consiguiendo que la moda no tuviera sexo, así nacieron las prendas unisex.

El look, lo complementaban con grandes sombreros, con gafas ovaladas, accesorios y el “birkin”, una bolsa grande donde les cabía de todo.

Los hombres también dejaron de afeitarse y de cortarse el cabello para lucir largas melenas. En las reuniones, principalmente en espacios públicos como parques o en casa de algún amigo, disfrutaban de lecturas de poemas de diversos artistas o de las obras de revolucionarios y libertadores como el Che Guevara.

También escuchaban rock and roll de los Rolling Stones, Pink Floyd, Janis Joplin, Jimi Hendrix o Joan Baez.

En México, el Festival Rock y Ruedas de Avándaro que se vivió en 1971, se convirtió en un festival histórico de rock mexicano, a donde llegaron cientos de jóvenes de distintos estados y los poblanos no fueron la excepción.

Se reunieron en Valle de Bravo los días 11 y 12 de septiembre de dicho año con el fin de hacerle frente al gobierno, ya que éste desconfiaba de la concentración masiva de adolescentes y las reprimía, luego de lo ocurrido el 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco.




Fue 1968 un año que marcó a toda una nación con la matanza de estudiantes que se vivió en la plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, en la Ciudad de México.

Pero semanas antes, en Puebla se vivió un trágico hecho que marcó a la ciudad a nivel nacional con la muerte de cinco jóvenes en San Miguel Canoa, junta auxiliar de Puebla.

Las víctimas eran miembros de la entonces Universidad Autónoma de Puebla y fueron linchados por pobladores de Canoa que los confundieron con comunistas mientras iban de excursión a La Malinche.

En 1976, el director de cine Felipe Cazals sacó la película Canoa para mostrar lo fácil que es manipular a un pueblo completo, por medio de la religión, conjugada con la pobreza e ignorancia de su gente.

El movimiento hippie, de acuerdo con diversos investigadores, llegó a su fin tiempo después de 1970, debido a los jóvenes que sólo adoptaron el libertinaje y no la cultura pacifista que pugnaba por el medio ambiente, el respeto y la igualdad.

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