La oferta de predios rústicos en diversas partes del estado de Puebla, si bien resulta atractiva por las facilidades que otorga para el pago a largo plazo, es riesgosa.
En primer lugar, porque se trata en general de un convenio de compraventa entre particulares, sin la intervención, como debe ser de un notario público, que de fe y legalidad a la transacción al constatar que la documentación está en orden.
Y primordialmente que el predio está a nombre de quien lo vende y libre de todo gravamen.
La realidad es que la mayoría de los predios que se ofertan por doquier mediante anuncios adheridos a postes o bardas, así como en vehículos o puestos improvisados, carecen de los servicios urbanos básicos como agua, drenaje y electricidad.
Ello porque aún forman parte de ejidos y en consecuencia no están urbanizados.
Y como tal, no cuentan con un registro como colonias o zonas urbanas por parte de los municipios en los que se ubican.
De ahí que lo primordial, en el caso de la compra de un terreno, es realizar el trámite ante notario público y constatar en las oficinas del municipio si se ubica en una zona con permiso de lotificación, así como si es posible tramitar escrituras en el corto plazo.
En suma, la venta de predios rústicos o campestres en Puebla se observa como una actividad constante a pesar de los riesgos que conlleva para los compradores potenciales.
Aspectos generales
El secretario de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Puebla, Felipe Velázquez Gutiérrez, advirtió que hay una serie de requisitos a cumplir, de acuerdo con la Ley de Fraccionamientos.
Entre ellos, dijo, desde la urbanización del predio, hasta los trámites catastrales y de desarrollo urbano para poder escriturar.
Afirmó que la ilegalidad en la venta de terrenos campestres se caracteriza por la falta de servicios públicos.
En general, factores que complican la escritura del predio.
Advirtió que la dotación de servicios por parte de la autoridad municipal demorará años, toda vez que regularmente se trata de predios alejados de la zona urbana.
