La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el 11 de abril como Día Mundial del Parkinson desde 1997, coincidiendo con el aniversario del nacimiento de James Parkinson, neurólogo británico que describió lo que en 1817 llamó Parálisis Agitante.
El Parkinson es un padecimiento neurodegenerativo del sistema nervioso, crónico y progresivo, que se asocia a rigidez de los músculos, dificultad para andar, temblor y alteraciones en la coordinación de los movimientos.
Información de la Secretaría de Salud federal refleja que no hay cifras exactas de pacientes con Parkinson en México, pero datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), hasta el 2021, tenían contabilizadas poco más de 300 mil personas diagnosticadas con esa condición en todo el país.
Sin embargo, el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía estima una prevalencia de 50 casos nuevos por cada 100 mil habitantes al año.
A nivel mundial, se calcula que cuatro o cinco millones de personas mayores de 50 años puedan padecer esta enfermedad.
En Puebla, de acuerdo con la asociación civil Parkinson Puebla, se estima que se diagnostica un caso por mes.
El geriatra Hugo González, de un hospital privado en Puebla, compartió que además de los síntomas motores, también existen síntomas no motores que pueden ser muy importantes y afectar significativamente la calidad de vida de las personas con Parkinson.
Los síntomas no motores en la enfermedad de Parkinson pueden incluir:
-Problemas de sueño: las personas con Parkinson pueden experimentar dificultad para conciliar el sueño o mantenerlo, movimientos involuntarios durante el sueño, pesadillas, sueños vívidos y somnolencia diurna excesiva.
-Depresión y ansiedad: la enfermedad de Parkinson puede afectar el estado de ánimo de las personas, provocando depresión y/o ansiedad.
-Problemas cognitivos: puede afectar la capacidad cognitiva, incluyendo la memoria, la atención, el lenguaje, la capacidad de planificación y toma de decisiones de los pacientes.
-Dolor: las personas con Parkinson pueden experimentar dolor crónico, especialmente en las extremidades.
-Problemas gastrointestinales: la enfermedad de Parkinson puede causar estreñimiento, dificultad para tragar y náuseas.
-Trastornos del olfato: las personas con Parkinson pueden experimentar una disminución en su sentido del olfato.
-Problemas visuales: la enfermedad de Parkinson puede causar problemas visuales, como visión borrosa, percepción alterada de los colores y dificultad para ajustar la visión en diferentes niveles de iluminación.
Por ello, es importante que las personas con este padecimiento hablen acerca de cualquier síntoma que estén experimentando, incluso si no están relacionados con los problemas motores típicos de la enfermedad para que sea un médico especialista quien confirme o descarte la enfermedad.
Cómo prevenirlo:
A la fecha se desconocen las causas de la enfermedad de Parkinson y tampoco hay pruebas para prevenirla.
El especialista en detectarla es un neurólogo analizando antecedentes médicos, una revisión de los signos y síntomas, una exploración física y una evaluación neurológica.
Probablemente indique la realización de una tomografía computarizada por emisión de fotón único llamada “estudio del trasportador de dopamina”.
Aunque esto puede ayudar a respaldar la sospecha, los síntomas y el examen neurológico son los que finalmente determinarán el diagnóstico correcto.
La mayoría de las personas no necesitan someterse a un estudio del trasportador de dopamina.
Investigaciones han revelado que las personas que beben cafeína presentan enfermedad de Parkinson con menos frecuencia que aquellas que no la consumen.