Cuando hay amor, casarse por la iglesia es una ilusión, pero cuando todo termina, anular la ceremonia religiosa para poder volver a contraer matrimonio implica dificultades.
En este caso no se reconoce la figura de divorcio, sino la disolución del matrimonio al declararlo nulo e inválido.
Para ello, se requiere realizar un juicio a través de un Tribunal Eclesiástico, bajo las reglas del Código de Derecho Canónico.
La iglesia católica cuenta con bibliografía en línea que permite identificar cómo y cuándo se puede disolver un matrimonio.
De acuerdo con la Arquidiócesis Primada de México, esto se inicia con un trámite que requiere la presentación de documentos de identificación, un donativo de 16 mil pesos para cubrir los gastos ocasionados y un acuerdo escrito en el caso de existir entre ambas partes.
Para considerar la decisión hay una lista de 12 impedimentos previstos en el Código de Derecho Canónico que sirven como guía en la realización del juicio.
Estos incluyen la edad mínima que es de 16 años para los hombres y 14 para las mujeres, la impotencia perpetua para realizar el acto conyugal, un vínculo de matrimonio anterior, la disparidad de culto, la existencia de un crimen, la conseguinidad, la afinidad y el parentesco.
También se toma en cuenta una lista de 11 puntos que determinan si existió la nulidad con vicio de consentimiento durante la realización del matrimonio a disolverse.
Esta lista prevé la falta de uso de razón, la falta de entendimiento sobre las obligaciones y derechos del matrimonio, la ignorancia de sus propiedades, el dolo provocado para obtener el consentimiento, la simulación del matrimonio e incluso el haber ejercido el mismo con violencia.
Luego de considerar estos puntos, la pareja debe enviar un escrito petitorio, cuyo formato es elaborado por la Arquidiócesis y que contiene al menos 35 preguntas sobre la relación matrimonial desde el noviazgo, la Luna de Miel y los motivos de la separación.
Aunque se hagan los trámites y se cumpla con los requisitos, la petición de nulidad puede ser rechazada.
Además, no hay un tiempo establecido para recibir la respuesta, pues depende del análisis de cada caso, de acuerdo con la Arquidiócesis Primada de México.
