El uso de desinfectantes es fundamental para contener la propagación del y ahora forman parte de la vida cotidiana de todas las personas. La demanda ha sido tal que muchos comercios cambiaron o diversificaron su giro comercial para vender estos productos y poder sobrevivir ante la crisis que también generó la contingencia sanitaria.


Pero ¿sabes qué ingredientes contienen los geles y sanitizantes que se venden casi en cualquier lugar en Puebla?


En enero pasado, Estados Unidos emitió una alerta de importación de geles provenientes de México al descubrir que algunos de ellos están contaminados con metanol. Carlos Rius Alonso, académico de la , alertó que el comercio informal está alterando el contenido de los geles antibacteriales para obtener más ganancias. En un comunicado, explicó que hay dos formas frecuentes de alteración. La primera consiste en reducir la cantidad de alcohol y rebajarlo con agua porque no se nota la diferencia.


La segunda es sustituir el alcohol por metanol, una sustancia altamente tóxica que puede causar alteraciones en el sistema nervioso y cuyos efectos inmediatos son visión borrosa, náuseas y vómitos; de no ser atendidos de manera inmediata, pueden ser fatales.  Karla Reyes, es encargada de un negocio de insecticidas en el centro de la ciudad de Puebla pero, a raíz de la pandemia, ahora vende productos de desinfección para combatir el Covid-19.


“Tuvimos que diversificarnos por la situación. Decidimos incluir en nuestros productos, botellas de sanitizantes debido a que comenzó a haber una demanda notoria”, comentó.


Entrevistada por recuerda que en un principio, la incertidumbre ocasionó que las personas efectuaran compras de pánico.


“Cuando se anunció que en México había llegado el virus, la gente entró en pánico y fue cuando se incrementó la solicitud de gel antibacterial y el sanitizante. Pero ahorita bajó un poco porque la gente se está relajando mucho”.


Relató que antes vendía hasta 8 litros diarios de desinfectante, pero las últimas semanas se redujo a 4 litros cada tercer día. Aseguró que los activos que contienen sus productos se encuentran certificados por las autoridades sanitarias. María del Carmen Juárez Sierra, es otra comerciante establecida que también ha diversificado sus productos e incluyó la venta de desinfectantes.


“Son dos proveedores los que tenemos, uno es de cuarta generación que fue el primero que estuvimos trabajando. Ya después llegó otro proveedor que nos ofreció el de sexta generación, que son las sales de amonio, que son más actualizados y es lo que estamos vendiendo”, explicó.


-¿Cuál es la diferencia entre un producto de cuarta y sexta generación?, se le preguntó.


-Bueno, no sé mucho pero tengo entendido que el de cuarta generación es elaborado años atrás y el de sexta generación es lo más actualizado. Raciel Flores Quijano, director del Área de Química de la , dijo que este tipo de establecimientos que han proliferado y que no se especializan en la venta de sanitizantes no son confiables, pues se desconoce la cantidad de químicos que se utilizan para la creación de sus productos, la reacción que pudieran generar en los consumidores o incluso, si realmente son efectivos contra el virus.


“Yo recomendaría comprar los productos en un centro comercial bien establecido. En esos locales donde se vende a granel infinidad de sustancias químicas se desconoce si están en la concentración adecuada que garanticen seguridad e inmunidad contra el virus”, comentó el ingeniero químico.


El ingeniero químico precisó que los componentes de los sanitizantes deben tener como base cloro, yodo y detergentes activos que, combinados, favorecen la reacción ante el virus. “No hay riesgo en el uso de estas sustancias, a lo mucho sólo pueden generar una reacción en la piel si se aplica directamente y no a una distancia adecuada; sin embargo, no hay riesgos para el ser humano”.


Dijo que es suficiente diluir alcohol en agua en un 65 por ciento para lograr resultados satisfactorios en la desinfección de las superficies, además del lavado de manos con agua y jabón.  ha alertado que cualquier establecimiento que comercialice o proporcione insumos para la salud debe verificar que el proveedor sea una empresa legalmente establecida que cuente con licencia sanitaria o aviso de funcionamiento o, en su caso, aviso de responsable sanitario. Además de que no se deben adquirir insumos de procedencia dudosa, sin factura y con empaques maltratados o leyendas ilegibles.

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