El 23 de septiembre se reportó el secuestro del empresario Julio Torres Dolores, en el municipio de Tecamachalco, dentro de la y el domingo 28 de septiembre se hizo el hallazgo de una cabeza humana en Acatzingo, la cual, ahora se sabe, corresponde al joven de 30 años.

El vicealmirante Francisco Sánchez González, secretario de Seguridad Pública estatal, dio a conocer que al parecer los hechos corresponden a “una cuestión de tipo delincuencia”, por lo cual la lleva a cabo las investigaciones correspondientes.

“Al parecer, es una cuestión de tipo delincuencia, entonces estamos viendo a qué se dedicaba esta persona, qué contactos tenía, con quién se relacionaba, para establecer el motivo”, citó el funcionario estatal en entrevista.


El encargado de la seguridad pública en el estado apuntó que la dependencia a su cargo continúa con las indagatorias para saber dónde está el resto del cuerpo, ya que no ha sido localizado.

Todos los indicios son compartidos con la FGE de Puebla desde la mañana del domingo 28 de septiembre, cuando ocurrió el hallazgo de la cabeza humana por parte de vecinos que reportaron el hecho a la policía municipal de Acatzingo.

Sánchez González también negó las versiones de algunos vecinos que señalaron que policías municipales trasladaron la cabeza -que estaba acompañada de un mensaje- a otro municipio.

Explicó que en este tipo de casos, los primeros respondientes aseguran el lugar para que actúen las autoridades ministeriales y eso fue lo que ocurrió el sábado en Acatzingo.

¿Quién era el empresario decapitado en Acatzingo?

La víctima fue identificada como Julio Torres Dolores, un vecino y empresario de Tecamachalco, quien fue secuestrado el pasado 23 de septiembre, de acuerdo a declaraciones de sus familiares.

Era propietario de Grupo Cartotec S.A. de C.V., una compañía de Tecamachalco dedicada a la venta de cajas de cartón para uso agrícola y transportación de hortalizas. Era conocido en el municipio por su labor altruista como en Día de Reyes, fecha en la que donaba juguetes.

Al momento de su desaparición, vestía playera amarilla, pantalón de mezclilla azul y tenis fosforescentes.

Se sabe que los delincuentes pidieron una fuerte cantidad de dinero a la familia a cambio de liberar al hombre de 30 años de edad, pero a pesar de recibir el pago no cumplieron con lo pactado.

Versiones de vecinos de Acatzingo narraron que la cabeza fue hallada sobre una colcha, junto a las letras turísticas del municipio, acompañada de un mensaje en el que se podía leer: “Esto te pasó por no pagar cuota de protección”, el cual estaba firmado por “Los Caltenco” y “Los Tepeaca”, bandas delictivas que operan en municipios del Triángulo Rojo.

También señalaron que los uniformados municipales, supuestamente por órdenes de Seguridad Pública municipal y el presidente municipal de Acatzingo, Germán Coleote Jiménez, alteraron la escena, pues la cabeza habría sido movida a unos metros de la carretera Acatzingo- Huixcolotla, en las inmediaciones de la subestación eléctrica de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Luego de una llamada simulada al 911, arribaron al sitio otras corporaciones policiacas, pero de manera extraña, ya se encontraban en el lugar policías municipales de Acatzingo, prácticamente fuera de su jurisdicción y simulando la preservación de los indicios.

Los restos humanos fueron trasladados al Servicio Médico Forense, en tanto que los familiares y amigos integraron una brigada de búsqueda para dar con el cuerpo de Julio Torres Dolores.

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