La serie del Caníbal de Atizapán ha revivido la indignación en torno al caso de quien es considerado como el feminicida serial con mayor número de víctimas en México.
Inspirado en la película "El silencio de los inocentes" y el personaje de Hannibal Lecter, Andrés Filomeno Mendoza Cruz asesinó a mujeres durante 30 años, teniendo como complice la impunidad de un sistema incapaz de prevenir, perseguir y sancionar la violencia contra las mujeres.
La derie documental "Caníbal. Indignación total" es una producción de cinco capítulos que se transmite todas las noches a las 23:07 horas en Las Estrellas, Justicia TV y Canal 22.
Crimen en video
Andrés Filomeno Mendoza Cruz cometió sus crímenes en un sótano oculto, ubicado debajo de su habitación, donde habilitó una repisa para colocar una cámara de video.
Entre los indicios que las autoridades encontraron están las cintas que Caníbal de Atizapán grabó mientras cometía sus crímenes.
Al igual que Andrés Mendoza, un criminal poblano cometió varios feminicidios y decidió grabarlos. Su caso es uno de los que más indignación ha causado entre los poblanos.
El 12 de julio de 2011 Irma y sus dos pequeñas hijas, Abril y Brisa, de 6 y dos años, fueron asesinadas con brutalidad por Alan Emmanuel Aparicio Pérez, un joven de 17 años conocido como "El Halcón".
Los cadáveres de las víctimas fueron semienterrados en un paraje del municipio de Tecali de Herrera.
El crimen fue cometido con gran saña y fue grabado con un celular. Alan Emmanuel era aficionado al cine gore, un género que se caracteriza por el exceso de violencia.
En el video se puede ver al propio Alan vestido de negro, con una larga gabardina y una capucha que le cubre la cabeza, lleva puesta una máscara del luchador La Parka, dentro de su mochila escondía las tijeras y la hoz con que fueron desolladas las tres víctimas.
El horror es mayor porque la tortura de Irma comenzó cuando le fueron cortados los párpados. Sus hijas pequeñas fueron testigos del asesinato de su madre.
En estos hechos Alan actuó en complicidad con Socorro Pardo Cruz, “La Güera” y Eduardo Jiménez, “El Chino”.
Las autoridades de la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado de Puebla tomaron el caso al llegarles el rumor de que unos empleados de seguridad privada en Agua Santa y San Bartolo presumían un video en que se llevaba a cabo un homicidio, incluso existe una versión del mismo editado y con fondo musical.
El video llegó a manos de la policía en una diminuta memoria digital, fue necesario la intervención de la Policía Cibernética para poder extraerlo, de él pudo obtenerse una imagen de Irma, con ella se inició la búsqueda que llegó hasta el domicilio de Alán, quien confesó el crimen.

Este no fue el primer asesinato de Alan Emmanuel, a los 15 años asesinó a un hombre. Ese homicidio también fue grabado, el video muestra un cadáver con un puñal en el centro del pecho mientras Alán trata de cortarle la lengua.
Tras su detención, Alan Aparicio, quien es conocido con el alias de "El Halcón", dijo que cometió el asesinato de Irma y las dos pequeñas debido a que quería subir de nivel al interior de una banda delictiva.
Dicha organización criminal era encabezada por Jesús Lima, apodado “El Lobo”, quien pedía a sus seguidores “pruebas” de los homicidios. “El Halcón” deseaba ser el número dos de la banda.

Mientras estaba detenido, Aparicio Pérez atacó a dos custodios, causándoles graves lesiones.
Debido a que Alan era menor de edad cuando cometió los crímenes en contra de Irma y sus hijas fue sentenciado a siete años, máximo que comprende la ley poblana.
El 29 de mayo de 2018, la Fiscalía General del Estado informó que se obtuvo fallo condenatorio contra Alan Emanuel Aparicio Pérez, responsable del delito de homicidio en grado de tentativa en agravio de dos custodios del CIEPA.
