Este 13 de julio se conmemora el Día Internacional del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), una condición neurobiológica que puede implicar dificultad de la atención, memoria, percepción, lenguaje, resolución de problemas e interacción social.
“El TDAH abarca un 5 por ciento de los niños, entre 6 y 12 años, en la población mexicana, siendo más en una escala de 4 sobre uno que se presenta sobre varones”, acotó Luis Flores Zamora, director del área de Terapia Infantil del Instituto de Neurociencia de Puebla.
En entrevista con El Universal Puebla ,mencionó que no hay cifras respecto al estado, pero en el instituto, con cinco años de creado, han registrado un incremento en la detección de niños con TDAH.
Tan solo en lo que va del presente año han diagnosticado 20 casos.
Flores Zamora dijo que no hay una causa en específico que cause este trastorno, aunque se presenta comúnmente en pacientes que al nacer pesaron menos de 1.5 kilos.
También puede haber antecedentes de maltrato infantil, negligencia por parte de los padres, exposición a neurotóxicos durante el embarazo, infecciones, que haya estado expuesto al alcohol durante la vida intrauterina, incluso de tipo genético, ente otros que puedan ser desencadenantes del trastorno.
Comienza a notarse en los menores de edad a partir de los seis años, cuando se encuentran en etapa escolar y son visibles las deficiencias, por ejemplo, en la compresión lectora, problemas de lenguaje y otros.
En el caso de los adolescentes, los síntomas aparecen antes de los 17 años, y al igual que en los niños, tienen dificultades en la esfera social, familiar y escolar.
Para diagnosticarlo se requiere de dos criterios: el de inatención y el de hiperactividad.
En el criterio de inatención, el niño presenta ciertos comportamientos que se notan en la mayor parte del día, durante casi todo el mes, y que afectan su desenvolvimiento en la escuela, en la familia y hasta en el juego.
Comportamientos que se observan en el criterio de inactividad:
-Dificultad para prestar atención a los detalles.
-Cometen errores al hacer tareas, labores en familia, incluso jugando.
-Muestran dificultades para mantener la atención en tareas, conversaciones, lectura o actividades motoras.
-No siguen instrucciones o no terminan las tareas que se les encomiendan por distraerse rápidamente.
-Tienen dificultad para gestionar tareas, poner los materiales en orden, organizarlos.
-Tienen mala gestión del tiempo.
-Carecen del principio de automonitoreo y no concretan las actividades en el orden que corresponde
-Con frecuencia se disgustan por iniciar tareas que requieren esfuerzo mental.
-Pierden cosas, materiales escolares, libros o instrumentos, pero lo más importante es que no recuerdan lo que perdieron o qué es lo que les hace falta.
Comportamientos que se observan en el criterio de hiperactividad:
-Con frecuencia juguetean, se golpean las manos y tienen posturas cambiantes, golpetean con los pies, realizan chasquidos con los dedos o con la boca.
-Se levantan constantemente o les cuesta trabajo mantenerse sentados.
-Les cuesta trabajo mantenerse quietos en un solo lugar o una sola posición.
-Gustan de treparse, subirse a lugares sin medir riesgos.
-Con frecuencia son incapaces de jugar en actividades que demandan tiempo u organización.
-Hablan en exceso, interrumpen en conversaciones.
-Cambian bruscamente de tema, sin coherencia ni orden y nuevamente regresan al tema inicial.
-Responden inesperadamente antes de que se termine la indicación.
-Son impulsivos.
-No respetan los roles ni las reglas establecidas en el juego, en las actividades escolares o de familia.
A decir del especialista, el diagnóstico debe estar sustentado en un análisis clínico y de la revisión de un especialista como psicólogo o neuropsicólogo.
En algunos casos se requiere de otros estudios como encefalograma y posteriormente, seguimiento con un paidosiquiatra o neuropediatra para el tratamiento farmacobiólogo.
Luis Flores precisó que no todos los pacientes requieren de medicamentos, pues hay quienes solo llevan terapia y adecuaciones en la escuela.
El TDAH se clasifica como leve, moderado y grave:
-TDAH con presentación combinada: tiene tantos los criterios de inactividad como de hiperactividad.
-TDAH con presentación predominante: es decir, destacan los criterios de hiperactiva sobre los de inactividad o viceversa.
-TDAH con presentación predominante con hiperactividad impulsiva: solo se presentan los criterios de hiperactividad, no los de inactividad.
Como especialista recomienda siempre trabajar en equipo: paciente, padres de familia y escuela; y llevar un patrón de comportamiento del menor desde los tres años de vida para obtener un diagnóstico temprano.