Este 1 de diciembre, Día Mundial de la Lucha Contra el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), se dio a conocer que Puebla registró más casos de personas asintomáticas que en otras etapas, según datos recientes de la Secretaría de Salud, revelados en el boletín semanal de estadísticas epidemiológicas.

Los datos que proporciona la dependencia se basan en un Manual de Procedimientos Estandarizados para la Vigilancia Epidemiológica de la Infección por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH).

El mismo contempla, según parámetros internacionales, que existen cuatro estados clínicos para el tratamiento y análisis de la enfermedad.

En el primero están los asintomáticos; en el segundo, las personas con síntomas leves; en el tercero, las personas con síntomas avanzados; y en el cuarto, quienes padecen síntomas graves.




En este sentido, destaca que en lo que va de 2023 y con corte hasta el 18 de noviembre, la mayor parte de casos se ha presentado entre quienes son asintomáticos.

Según el reporte de Vigilancia Epidemiológica, hasta la semana 46 del año, se habían identificado 88 casos de hombres y 14 de mujeres en la primera etapa de personas sin síntomas.

El segundo grupo con mayor incidencia es el de síntomas avanzados, que registró 38 casos de hombres y cuatro de mujeres.

En el grupo de síntomas leves se identificaron 14 hombres y una mujer, y en el de síntomas graves, 17 hombres y dos mujeres.

¿Qué es el VIH?

El VIH es un virus que ataca al sistema inmunológico del cuerpo, debilitándolo y volviendo a la persona más susceptible a diversas infecciones y enfermedades. Es la causa del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA).

Se transmite principalmente a través de fluidos corporales como la sangre, el semen, las secreciones vaginales y la leche materna. Las vías de transmisión comunes incluyen relaciones sexuales sin protección, compartir agujas contaminadas, y de madre a hijo durante el parto o la lactancia.

Es fundamental destacar que el VIH no tiene cura, pero con el tratamiento adecuado, que generalmente implica la toma diaria de medicamentos antirretrovirales, se puede controlar la replicación del virus y permitir que las personas lleven vidas saludables.

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