El exgobernador Antonio Nava Castillo es reconocido en la historia de Puebla por renunciar al poco tiempo de que inició su gestión en plena crisis social por la aprobación de una ley que obligaba a pasteurizar la leche.

Pero antes de eso escribió su nombre en los triunfos olímpicos mexicanos.

De acuerdo con el sitio de estadísticas olympics.com, se trata de uno de los integrantes de la selección de polo que en 1936 le dio a México su segunda medalla de bronce en ese deporte, durante los Juegos Olímpicos de Berlín.

La primera medalla, también de bronce, se obtuvo en el encuentro de París 1900, donde los mexicanos participaron por primera vez en una olimpiada.

Después del triunfo de Nava Castillo, el polo no volvió a dar medallas a México, aunque hasta Tokyo 2020 se habían acumulado en otras disciplinas un total de 13 oros, 24 platas y 36 bronces.

El exgobernador había competido en ese deporte desde que tenía 15 años y se colgó el logro a los 31 años, cuando México fue una de las cuatro selecciones que pudo llevar sus caballos a Alemania.

En los siguientes olímpicos Nava Castillo volvió a competir sin éxito al quedar derrotado frente a Estados Unidos y desde ahí su camino se concentró en la milicia y la actividad política.

Para los sesentas se convirtió en General de División y en 1963 el expresidente Adolfo López Mateos decidió impulsarlo para gobernar su natal Puebla, que atravesaba conflictos sociales y estudiantiles.

Al siguiente año, en un 30 de octubre, decidió renunciar tras la escalada que tuvo el conflicto con lecheros inconformes con la pasteurización y el respaldo que ellos tuvieron de otros grupos sociales.

Google News

TEMAS RELACIONADOS