En las tierras áridas de la Mixteca Poblana se encuentra la Cantera de Tlayúa, considerada como uno de los sitios paleontológicos más importantes de México y el mundo.
La Cantera de Tlayúa está a tan solo dos kilómetros al noreste del zócalo de Tepexi de Rodríguez, donde se resguardan fósiles de gran valor científico.
“Tlayúa” viene del náhuatl, significa “lugar de oscuridad” o “lugar del crepúsculo”. Con este nombre se conoce a una de las barrancas de esta región. Desde la década de 1950, aquí se ubica la cantera del mismo nombre, propiedad de Don Miguel Aranguthy e hijos.
De acuerdo con la revista "Arqueología Mexicana" del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), este hallazgo arqueológico fue descubierto precisamente por Don Miguel Aranguthy Juárez y su esposa Doña Matilde Contreras González en 1962, cuando encontraron que las lajas extraídas contenían esqueletos de peces y otros animales.
Fue así como en este sitio se encontraron miles de fósiles con una edad aproximada de 100 a 105 millones de años, los cuales estaban en perfecto estado, es decir, con sus esqueletos y otros elementos mineralizados (escamas, espículas, tejidos, etc.).
Entre las especies de la era Mesozoica (contemporáneos de los dinosaurios) que se encontraron fueron: peces, estrellas de mar, gusanos, cocodrilos, esfenodontes (tuátaras), tortugas y pterosaurios (reptiles voladores).
Asimismo, las rocas calizas de la cantera están formadas por cristales microscópicos de carbonato de calcio que fueron precipitados del agua marina hace 100 millones de años.
Posteriormente, en 1981, en el Instituto de Geología de la UNAM (IGLUNAM), comenzaron las primeras exploraciones paleontológicas en la zona.
Este descubrimiento hizo que la localidad sea considerada como el afloramiento fosilífero cretácico más importante de México, denominado “Fossil Lagerstätte”.
Las primeras publicaciones científicas sobre Tepexi de Rodríguez fueron obra del investigador Shelton Applegate, quien en 1988 presentó un estudio preliminar sobre la Cantera Tlayúa y describió un nuevo género y especie de pez del Cretácico, nombrado Teoichthys kallistos.
Años más tarde, en un esfuerzo conjunto entre la UNAM, la familia Aranguthy y la señora Guillermina Palacios de Becerra, se inauguró el Museo Regional Mixteco-Tlayúa el 30 de septiembre de 1989.
En la actualidad, el Museo de Paleontología del Instituto de Geología de la UNAM cuenta con un registro de aproximadamente 5 mil fósiles; incluso, por el tipo y evidencias sedimentarias, se considera que posiblemente la zona correspondió a una laguna asociada a un arrecife coralino.
El Museo Regional Mixteco-Tlayúa se ubica en la Carretera estatal 709, La Colorada-Coyotepec, colonia Morelos, Tepexi de Rodríguez, a escasa hora y media de la capital poblana. La entrada es libre.