En esta temporada del año, en México se presentan distintos fenómenos naturales que van desde lluvias y tormentas tropicales hasta ciclones y huracanes.
Estas condiciones se repiten año con año, pero también aumentan sus efectos debido al cambio climático y a los fenómenos de El Niño o La Niña, según sea el caso.
De acuerdo con el Atlas de Riesgo para el Estado de Puebla, en el rubro de inundaciones se tienen identificadas las zonas más vulnerables de la entidad a posibles desastres.
Las inundaciones son ocasionadas debido a las lluvias o falla de alguna estructura hidráulica que provoca un incremento en el nivel de la superficie libre del agua de los ríos, generando invasión o penetración de agua en sitios donde usualmente no la hay.
Ocurren cuando el suelo y la vegetación no pueden absorber toda el agua que llega al lugar y escurre sobre el terreno, sin importar que haya viviendas, escuelas, inmuebles públicos o de otro tipo.
En el Atlas también se menciona que entre los factores importantes que condicionan las inundaciones están la distribución espacial de la lluvia, la topografía, las características físicas de los arroyos y ríos, las formas y longitudes de los cauces, el tipo de suelo, la pendiente del terreno, la cobertura vegetal, el uso del suelo, la ubicación de presas y las elevaciones de los bordos de los ríos.
En el estado de Puebla, las zonas más vulnerables a riesgo de inundación por lluvias son las sierras Norte, Nororiental y Negra, sobre todo en octubre, cuando los efectos por los ciclones tropicales recaen en las localidades de esa región.
Otra zona que se identifica en el Atlas de Riesgo es el oeste de la entidad, dentro de la cuenca del río Atoyac.
Mientras que la quinta zona está dentro de la cuenca hidrometeorológica del río Salado.
Además de inundaciones, también se puede presentar el deslizamiento de laderas durante la temporada de lluvias, que es la remoción de masa que se presenta principalmente en zonas montañosas, así como encharcamientos.
En los puntos antes mencionados se identifican a 104 municipios serranos con riesgo de inundación a causa de lluvias torrenciales, bloqueo de canales, drenaje o desbordamiento de ríos o cuencas.
En el caso de la ciudad capital de Puebla, las lluvias de la temporada sumadas a los sistemas meteorológicos, más las ondas tropicales y la actividad ciclónica en el Golfo de México o en las
costas mexicanas del Océano Pacífico pueden provocar situaciones negativas para sus habitantes.
Los poblanos cuentan con antecedentes de inundaciones antes de la fundación de Puebla, el 16 de abril de 1532. El primer acontecimiento que se tiene registrado fue cuando se asentaron los primeros pobladores al sureste del actual zócalo.
La población estuvo ubicada en un lugar bajo, cerca del río Atoyac y sus afluentes, el San Francisco y el Alseseca a unos kilómetros de Totimehuacán, aunque no se tiene definido el sitio exacto.
Las casas que en ese entonces eran de materiales como piedra, madera y adobe, no opusieron resistencia y fueron destruidas por las aguas, motivo por el cual el asentamiento fue trasladado a otro sitio.
En el Atlas de Riesgo para la ciudad de Puebla, las zonas vulnerables a riesgo de inundaciones han sido identificadas por Protección Civil, en tres sectores.
Para la zona de La Malinche, en el sector nororiente, se tienen divididas por secciones. En la sección Tlanixahuatl se identifican 2 puntos de riesgo, mientras que en la sección de San Diego Álamos se tiene un punto identificado y en Río Alseseca son ocho puntos de riesgo.
Para la zona de La Malinche, pero en el sector Norte, en la sección Barranca Honda se tienen identificados 2 puntos de riesgo a inundación.
En el Sistema Centro Urbano, sector Alto Centro, se localizan las secciones Puente
Negro, con 4 puntos vulnerables y Barranca del Conde con seis puntos.
A lo largo del río Atoyac, correspondiente al sector poniente, se identificaron 18 puntos como riesgo a inundación.
La zona del Centro Histórico no registra zonas de inundación en el Atlas de Riesgo, pero sí se consideran áreas vulnerables las avenidas que cruzan por la zona urbana donde el volumen de agua y la velocidad de la corriente tienen una fuerza destructiva y su arrastre puede llegar hasta la presa de Valsequillo.
El centro urbano presenta sitios de inundación en la parte alta donde anteriormente se tenían los escurrimientos directos de La Malinche, por un lado las barrancas que confluyen en la presa del Puente Negro y por otro a la barranca El Conde, en estos sitios se ha reducido enormemente la amenaza de las avenidas de la barranca de La Malinche debido a los dos canales de desvío que se encuentran aguas arriba.
A fin de reducir los riesgos a la población, Protección Civil municipal mantiene alarmas que avisan a los vecinos en caso que el nivel de los ríos, presas o cuerpos de agua suban de nivel, ya sea por lluvias o desfogues.
Los sitios donde se ubican estas alarmas son las colonias Joaquín Colombres, San Luis Gonzaga, La Gloria, El Chamizal, Miguel Negrete, Esfuerzo Nacional, La Hacienda, Ampliación 3 Cruces y Lomas de San Miguel, Lázaro Cárdenas, Miguel Abed, Reforma Sur, Santa Cruz Buenavista Norte y Sur, Fraccionamiento Bosques del Atoyac Rinconada del Bosque, Mayorazgo, Naciones Unidas, San José Chapulco y el Vaso Regulador Puente Negro.