La escasez de gasolina en Puebla ya es una realidad visible, diversas estaciones de servicio en la capital han comenzado a racionar la venta de gasolina Magna, permitiendo solo 20 litros por vehículo, mientras que en muchas otras ya no hay Premium disponible, generando filas y preocupación entre automovilistas.
Desde el pasado 6 de mayo, Petróleos Mexicanos (Pemex) ha reducido su distribución en la región, lo que ha provocado un suministro intermitente que podría extenderse durante los próximos días, de acuerdo con empresarios del sector.
En redes sociales, usuarios han compartido imágenes de largas filas para cargar combustible. Personal de varias estaciones ha informado que el abasto está comprometido y que no hay certeza sobre cuándo se regularizará el reparto de gasolina.
Solo el 30% del suministro habitual
Según reportes de la agrupación Gasolineros Unidos de Puebla y Tlaxcala (GUEPT), las estaciones afiliadas a la franquicia Pemex solo han recibido el 30 por ciento del combustible habitual en las últimas dos semanas, lo que ha obligado a operar con reservas mínimas. Algunas ya se han quedado sin producto por completo.
La presidenta de GUEPT, Luz María Jiménez Almazán, advirtió que el riesgo de desabasto es generalizado. Explicó que, desde la terminal de Pemex en Maravillas, actualmente se realizan apenas 40 viajes diarios, cuando lo normal son al menos 300.
Se estima que unas 50 pipas están detenidas y solo 20 continúan en operación. El problema estaría relacionado con presuntos adeudos de Pemex a los transportistas de combustible, quienes habrían suspendido parcialmente el servicio.
El 11 de mayo, al menos 150 camiones cisterna permanecían varados, a la espera del pago correspondiente. Ante esta situación, la GUEPT solicitó apoyo urgente a la Secretaría de Energía, encabezada por Luz Elena González Escobar.
En una carta oficial, la asociación denunció que varias estaciones no han recibido su programa completo de reparto y, en algunos casos, solo se ha entregado el 35 por ciento del volumen requerido.
El temor por un desabasto total se ha extendido en Puebla y Tlaxcala, tanto entre automovilistas particulares como en sectores comerciales e industriales que dependen del combustible para sus operaciones diarias.