Una tumba prehispánica quedó al descubierto en la cabecera municipal de Ixcaquixtla, durante el desarrollo de una obra.
El hallazgo se difundió en la página electrónica del Ayuntamiento de Ixcaquixtla, al tiempo que se advirtió que solicitaron la intervención del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), para el estudio y validación del caso.
Se precisó que el hallazgo se registró durante trabajos de excavación como parte de la rehabilitación de la calle 8 Norte. En principio se ubicaron artefactos de barro y restos óseos, entre los escombros.
El arqueólogo Arnulfo Allende Carrera comentó que Ixcaquixtla está asentada en lo que fue una ciudad prehispánica, por lo que podría haber muchas tumbas más.
Además de que en ese municipio mixteco ya se habían reportado hallazgos de este tipo y una tumba con una pintura mural.
Alejandrino Basilio, representante del comité de la obra, expresó: “es una tumba de piedras, como si se tratara de una cueva pequeña, pero de piedras, había huesos, tepalcates quebrados y otras vasijas completas, por ello se resguardó el lugar, a la espera de lo que pase con lo que se descubrió”.
Por su parte, habitantes de Ixcaquixtla señalaron que, en esa región, los antepasados acostumbraban sepultar a sus difuntos junto con sus pertenencias.
En el mes de abril de 2004, en el domicilio de la familia Romero Domínguez, ubicado en la cabecera municipal, quedó al descubierto el hallazgo de un conjunto funerario formado por tres cámaras mortuorias, con una impresionante pintura mural, en forma de cámara funeraria.
Los arqueólogos del INAH estimaron que data entre los años 700 y 800 d. C. y, a pesar de que pasaron varios siglos bajo tierra, su estado de conservación es bueno. A 19 años de este hallazgo, el sitio aún es resguardado por el INAH.
En el mes de septiembre de 2013, mientras se realizaba una obra al costado del mercado municipal, quedó al descubierto otra tumba prehispánica.
Una cámara funeraria, de la cual sacaron una osamenta y más de 50 vasijas de barro. En el lugar se construyó una ventana arqueológica para que fuera vista por el público.
Dos semanas después, como parte de los mismos trabajos a cargo del Ayuntamiento de Ixcaquixtla, se descubrió otro vestigio en la calle lateral del mercado municipal, que, por recomendación del INAH, no se abrió, se cubrió y se dejó una seña del hallazgo.