Inicia julio y con ello resurge el deseo de probar el platillo de temporada dentro de la gastronomía de Puebla: los tradicionales chiles en nogada, cuyos ingredientes principales son el chile poblano, nuez de castilla, manzana panochera, durazno criollo y pera lechera.

Luis Alberto Bermeo Cruz, productor de chile poblano, dijo que cada año tienen que sortear las inclemencias del tiempo, pero en esta ocasión se suma el incremento en los precios de los insumos para el cultivo, tales como los fertilizantes.

El año pasado -dijo- compraba el bulto de fertilizante para el chile poblano en 800 pesos, pero este año el precio es de 2 mil 100 pesos; lo mismo ocurre con el maíz, ya que el costal de urea lo pagaba en 500 pesos y ahora debe desembolsar mil 200 pesos por bulto.

El dueño de la cooperativa denominada Chichiltoton Kokoq, en entrevista con , relató que a ello se suma que el pasado 13 de junio se registró una intensa granizada que afectó cerca de dos mil 500 metros cuadrados de su hectárea en la que cultivó chile poblano miahuateco.

Bermeo Cruz señaló que este año no le dio tiempo colocar la malla antigranizo a sus cultivos porque le faltaba estructura, y sus recursos eran pocos ante los incrementos en los precios.

“Tenía que decidir, si pongo la estructura no me alcanza para el fertilizante, si pongo el fertilizante no pongo la malla; entonces no puse la malla y me encomendé a Dios”, relató.

 

Sin embargo, pese a esos problemas los productores de Calpan, asentados en las faldas del volcán Popocatépetl, garantizan la producción de chiles poblanos, ya que cuentan con otros predios donde el cultivo avanza de manera favorable.

Agregó que, desde hace tres años, también se dedica al cultivo de chile poblano orgánico, es decir, sin fertilizantes, lo que le permitirá responder a un mercado cada vez más exigente.

El ciclo del cultivo del picante inició en diciembre pasado con la selección de la semilla para germinar. Durante enero y febrero se lleva a cabo el tiempo de crecimiento de la planta hasta que alcanza una altura de 20 centímetros.

Para marzo se hace el proceso de trasplante, y solo hay que esperar en abril, mayo y junio para que comiencen a darse los frutos, de manera que a mediados de julio sea el corte del chile y se realice la venta.

En el caso de los restauranteros de Puebla -dijo- compran los picantes que pasen los 26 centímetros de largo y tres pulgadas de ancho, de lo contrario no lo compran, una exigencia más que deben cumplir.

Este año, se espera que el kilo de chile poblano se expenda de 40 a 65 pesos, precio que apenas les permitirá recuperar algo de la inversión de su trabajo, aunque reconocen que se enfrentan a los productores de chile híbrido que comercializan el picante a 30 pesos el kilo.

Además, refirió que hasta ahora solo los productores de Calpan resultaron afectados por las granizadas, pero en el estado son 16 municipios los que cultivan el picante, y todos están listos para abastecer el mercado local y nacional.

Luis Alberto Bermeo pidió a las autoridades estatales retomar los trabajos que iniciaron hace dos años para obtener la denominación de origen del chile poblano criollo en toda la región Izta-Popo, que abarca de Atlixco hasta San Martín Texmelucan.

De acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Rural del estado, se identificaron daños en los cultivos de chile poblano, frutales y hortalizas de 30 productoras y productores de San Andrés Calpan, a quienes se le apoyará con indemnizaciones ante la pérdida de sus cultivos.

Puebla ocupa la posición 11 a nivel nacional en cultivo de chile poblano con una producción de 3 mil toneladas al año.

En el estado hay 320 hectáreas de superficie sembrada con un valor de producción de 33.9 millones de pesos.

Tehuacán y Santiago Miahuatlán son los principales productores de chile poblano miahuateco, seguido de Atlixco, San Andrés Calpan, Coronango, Cuautlancingo y Chiautzingo como principales productores de chile poblano criollo.

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