Las cererías son un negocio tradicional que a pesar de la modernidad se niega a desaparecer y se mantiene en Puebla.

De hecho, en el Centro Histórico de la ciudad de Puebla aún operan varias, en las que adentrarse es toda una aventura.

Elaborar cirios, velas y veladoras es un prodigio que está en manos de artesanos especializados, cuya labor, a pesar de los avances tecnológicos, por fortuna prevalece en Puebla.

Sin embargo, las ceras, que antaño eran fundamentales en muchas casas de la entidad, parecen al momento circunscribirse solo a actividades religiosas, místicas y esotéricas.

La cerería El Faro

El Faro es una cerería centenaria que se ubica en el número 503 de la calle 6 Poniente del Centro Histórico de Puebla.

De acuerdo con sus propietarios, inició operaciones a finales del siglo XIX, y junto con otras cererías aún está al servicio de los poblanos.

Ingresar al establecimiento, representa por sí mismo un acto de trasladarse en el tiempo, ya que, en la actualidad, no son pocos quienes no están acostumbrados al uso de las ceras, en sus diversas presentaciones.

El mostrador, la estantería y la oficina son originales de la época, gracias al cuidado de sus propietarios se conservan en buen estado.

El mobiliario de época es funcional y representa un viaje en el tiempo para quien acude a ella.

En el centro del establecimiento se ubica una triada de cirios de más de dos metros, elaborados en 1913.

Las velas que se comercializan en la cerería El Faro se elaboran de manera artesanal, con productos de calidad y son talladas a mano. Incluso las hay elaboradas a base de miel de abeja.

El mundo de las velas y ceras, que ofrece El Faro, es capaz de cautivar a cualquier visitante.

Como es de esperarse, sus principales clientes son iglesias y personas de las comunidades que conservan la tradición de iluminar con cirios sus fiestas religiosas.

Por ejemplo, son un lugar obligado para conseguir un cirio pascual, o bien para adquirir velas de ornato.

Un comercio peculiar, ligado a un trabajo artesanal que se niega a desaparecer.

La cera con la que se elaboran los productos que se comercializan en las cererías es producida por abejas jóvenes y se obtiene derritiendo los panales al interior de las colmenas.

Posteriormente, para darle forma de vela se requiere de un trabajo minucioso por parte de artesanos especializados. La confección de ceras es artesanal y llega a requerir de varias horas días.

Sin duda la elaboración de ceras es un arte que aún prevalece en Puebla y está al alcance tanto de las y los poblanos como de los visitantes.

Pueden necesitar hasta tres días para su creación, pero al final el resultado no deja duda de su calidad y el empeño que sus creadores ponen para seguir iluminando Puebla.

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