Diciembre es un mes de fe, que se caracteriza por sus peregrinaciones. Y este año, se espera una mayor afluencia, a partir de que las medidas sanitarias son más relajadas, a diferencia de los años previos en los que la población estuvo confinada por la pandemia del Covid-19.

La Virgen de Guadalupe, como cada año, congregará multitudes y mostrará las dimensiones del verdadero músculo social que la apoya. La feligresía saldrá de nueva cuenta a las calles libremente o al menos en mejores circunstancias a las que prevalecieron.

Entre las peregrinaciones, por supuesto, la principal tiene como destino la Basílica de la Virgen de Guadalupe, ubicada al pie del Cerro del Tepeyac, en la Ciudad de México, cuya conmemoración el 12 de diciembre es de carácter nacional.

Durante el día 11 miles de peregrinos transitan por las principales vías de acceso a la Ciudad de México.

Y durante las horas y los días previos, Puebla se convierte en un punto obligado para un volumen importante de feligreses que a pie, corriendo o en bicicleta se dirigen a la Basílica de Guadalupe, para visitar a la Virgen Morena.

Sin embargo, previamente, tienen lugar otra serie de peregrinaciones en honor de la Virgen de Juquila, en el estado de Oaxaca, cuya fiesta se conmemora el 8 de diciembre.

De tal suerte que desde los primeros días de diciembre e incluso después del día 12, el deambular de peregrinos sea habitual, así como el trabajo de los cuerpos de vigilancia y auxilio a fin de evitar, en la medida de lo posible, accidentes.

Las rutas

Aunque existen varias rutas de traslado, dependiendo del punto de partida, no son pocos los fieles que transitan por la carretera federal o la autopista México-Puebla para llegar a la Ciudad de México y dirigirse a la Basílica de Guadalupe.

Por ejemplo, hay quienes, al salir de Atlixco, se dirigen hacia San Nicolás de los Ranchos y de ahí hasta Paso de Cortés, para descender hacia Amecameca en el Estado de México y de ahí hacia Valle de Chalco, para entroncar con la carretera federal Puebla-México.

Así que puede decirse que dependiendo del municipio del que se trate, la peregrinación elige la ruta a seguir, pero sin lugar a duda todas confluyen en la Calzada de Guadalupe, como vía de acceso a la Basílica.

Los altruistas

Durante los días de mayor afluencia de peregrinos, entre el 10 y el 11 de diciembre, es habitual observar cómo a lo largo de las vías de comunicación como la carretera federal Puebla-México algunos ciudadanos colocan puestos improvisados de alimentación e hidratación para los peregrinos.

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