Los policías están para cuidar pero, en ocasiones, los agentes abusan de su autoridad.

En el último año, al menos se han registrado seis casos, los cuales ha documentado .

De todos los casos las autoridades aseguraron que castigarían a los responsables y únicamente los separaron de sus funciones.

El 31 de enero del 2021 los elementos de la Policía Municipal de Coronango recorrían la junta auxiliar San Martín Zoquiapan.

Cuando vieron que un sujeto conducía un tractor -en supuesto estado de ebriedad- sobre la calle 5 de Febrero, lo empezaron a perseguir.

Los uniformados lo siguieron y le dispararon porque no se detenía.

Al llegar a su domicilio, bajaron a la fuerza al hombre y lo llevaron arrastrando hasta la comandancia.

El 18 de marzo de ese mismo año una pareja de esposos, Paloma y Juan, estaban en su domicilio de la calle Morelos, en el municipio de Cuautlancingo.

Ocho supuestos policías estatales entraron y sometieron al matrimonio para golpearlo y acusarlo de narcomenudeo, si no les daban dinero.

Para el 3 de abril del 2021 unos policías estatales interceptaron a unas personas que se dirigían a sus propiedades, en la junta auxiliar La Venta Chica del municipio de Huauchinango.

Aunque no se les comprobó, los uniformados les dijeron que habían hecho algo ilegal y las bajaron con fuerza excesiva para someterlas en el piso mientras detonaban sus armas de fuego.

Como los grabaron, los agentes las liberaron y les pidieron disculpas.

El 14 de abril también del 2021 en la colonia Álamos Vista Hermosa de la capital poblana dos policías municipales detuvieron a un hombre en presunto estado de ebriedad.

Uno de los uniformados lo azotó contra la pared para sostenerlo del cuello durante varios minutos.

El 16 de abril del año pasado un hombre originario de Cancún fue golpeado en el rostro por policías auxiliares, en la Central de Autobuses de Puebla (CAPU).

Finalmente, el 18 de febrero de este año unos elementos de la Policía Municipal de Tepeaca montaron un operativo, en la junta auxiliar Guadalupe Caldero.

Tras marcarle el alto a un conductor, un uniformado cortó cartucho.

El agente despojó al dueño de la unidad para llevársela hacia un corralón sin motivo aparente.

De acuerdo con la ley, los abusos policíacos se castigan de oficio.

Sin embargo, dependiendo de la falta es la sanción.

Cuando los abusos de autoridad son catalogados como delito del fuero común, los uniformados terminan en la cárcel.

En la mayoría, los agentes son castigados de manera interna o hasta separados de sus funciones.

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