¿Podría el albergar una base extraterrestre? Esta pregunta, tan popular entre teorías conspirativas y usuarios de redes sociales, ha cobrado nuevo interés tras un estudio académico que retoma el debate sobre fenómenos aéreos no identificados y la posibilidad de que seres no humanos ya estén entre nosotros, ocultos bajo la superficie terrestre.

compartió que los investigadores del Programa de la Humanidad de la Universidad de Harvard, Tim Lomas y Brendan Case, han planteado una hipótesis poco convencional pero científicamente argumentada: los ovnis (también conocidos como UAP, por sus siglas en inglés) podrían estar relacionados con civilizaciones no humanas que habitan en el subsuelo del planeta.

A estos posibles seres se les ha denominado “criptoterrestres”, y algunos teóricos vinculan su presencia con lugares donde se han registrado fenómenos inexplicables, como es el caso del Popocatépetl, uno de los volcanes más activos de México.

¿Qué son los criptoterrestres?

La hipótesis criptoterrestre (CTH) sostiene que algunas entidades no humanas responsables de fenómenos aéreos inexplicables podrían no venir del espacio exterior, sino haber estado aquí desde hace mucho tiempo, viviendo en regiones inaccesibles como el fondo del mar o el interior de montañas y volcanes. A diferencia de las teorías extraterrestres tradicionales, esta idea no depende de civilizaciones que viajan desde otras galaxias, sino de inteligencias ocultas en el mismo entorno terrestre.

Los científicos de Harvard aclaran que consideran esta hipótesis poco probable, estimando su validez entre el 1 por ciento y el 10 por ciento, pero afirman que merece ser explorada con un enfoque científico riguroso, sobre todo cuando se observan fenómenos que no pueden explicarse con la tecnología humana actual. Entre ellos, destacan los objetos que cambian de dirección de forma brusca, se sumergen a velocidades extremas o parecen emerger de zonas subterráneas.

¿Qué relación tiene el Popocatépetl?

El volcán Popocatépetl ha sido objeto de numerosos reportes sobre luces extrañas, esferas voladoras y objetos que parecen entrar o salir del cráter. Incluso herramientas de inteligencia artificial han llegado a sugerir que el volcán podría funcionar como un “portal interdimensional”, lo que ha avivado las especulaciones en torno a posibles bases extraterrestres ocultas en su interior.

Aunque no existe evidencia científica concluyente que respalde la existencia de una base alienígena en el Popocatépetl, sí hay un creciente interés por estudiar estos fenómenos desde una perspectiva más amplia. El estudio de Lomas y Case busca abrir el diálogo dentro de la comunidad académica sobre hipótesis que antes eran relegadas al terreno de la ciencia ficción.

Foto: ChatGPT
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Ciencia, escepticismo y la paradoja de Fermi

La discusión se enmarca en la paradoja de Fermi, que cuestiona por qué, si la vida extraterrestre es tan probable en un universo tan vasto, no hemos tenido contacto claro con civilizaciones avanzadas. La hipótesis criptoterrestre propone una posible respuesta: tal vez, no necesitemos mirar al cielo para encontrarlos, sino al interior del planeta.

“Nos gustaría enfatizar que creemos que esta hipótesis es muy probablemente falsa, pero creemos que aún merece una investigación científica”, escriben los autores, reconociendo el escepticismo que puede generar su propuesta. Aun así, insisten en que fenómenos sin explicación aparente deben ser estudiados con mente abierta, pero con rigor científico.

Como advertía el físico Richard Feynman: “Hay que tener la mente abierta. Pero no tanto como para que se te caiga el cerebro al suelo”. En el caso del Popocatépetl, la ciencia sigue sin confirmar nada… pero tampoco ha cerrado del todo la puerta.

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